Conoce a tu Salvador...
“(Jesús) Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios”. Juan 1:11-12 (NTV).
Nadie es perfecto. ¡Eso es de conocimiento común! He conocido a miles de personas mientras he viajado por todo el mundo, y nunca he conocido a nadie que afirme no tener pecado.
No estoy a la altura de mis propios estándares, mucho menos de los de Dios, y tú tampoco. Todos tenemos defectos, y todos cometemos errores.
Por eso necesitas conocer a Jesús, el Salvador que vino a morir por tus pecados.
El cielo es un lugar perfecto: no hay penas, tristeza ni enfermedad. ¡El cielo supera tus sueños más increíbles! El cielo es perfecto, pero tú y yo no lo somos. Si Dios permitiera que personas imperfectas entraran al cielo, entonces no sería un lugar perfecto. Si Dios nos dejara entrar al cielo, con todas nuestras imperfecciones, entonces el cielo no sería mejor que la Tierra.
Pero Dios tenía un plan: Él envió a su Hijo, Jesucristo, para vivir una vida perfecta en tu lugar. Entonces Jesús murió para pagar por todos tus pecados para que tú no tengas que hacerlo. Puedes ir al cielo simplemente confiando en Él. ¡Qué buena promesa!
“(Jesús) Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios” Juan 1:11-12 (NTV).
Cuando confías en Jesús como Salvador, llegas a ser parte de la familia de Dios, y esa familia durará para siempre.
Dios nos creó a todos. Dios nos ama a todos. Dios tiene un propósito para todos. Pero Dios es sólo el Padre de aquellos que eligen formar parte de su familia cumpliendo con los requisitos familiares: Creer en el Hijo que envió a la Tierra. Esa es la condición.
Dios te creó, pero también te salvó. La razón por la que vino fue para morir por todos tus pecados.
No puedo pensar en una mejor razón para darle tu enfoque y devoción.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo, el saber que eres salvo por la gracia y no por tus obras te ayuda a relajarte en tus tareas diarias durante la ajetreada temporada de fin de año?
- ¿Por qué crees que Dios quiere que lo elijas? ¿Por qué no todos pueden llamarlo Padre?
- ¿Cuáles son algunos pasos prácticos que puedes tomar para cambiar tu enfoque a Jesús esta temporada?
(Ps. Rick Warren).
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