Pídele a Dios Ayuda con tus Finanzas...
“Por eso, de sus riquezas maravillosas mi Dios les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta”. Filipenses 4:19 (NVI)
Filipenses 4:19 es una promesa asombrosa y que abarca todo lo que Dios provee: “Por eso, de sus riquezas maravillosas mi Dios les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta” (NVI).
Observa estas dos palabras: “les dará”. No dice que “Dios podría darles” todo lo que les haga falta. Dice que “les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta”. Está escrito como un hecho. Dios está apostando su carácter y su reputación en ello.
El versículo NO dice que “Dios les dará algunas de las cosas que les haga falta”. Dice que les dará “todo lo que les haga falta”.
Ahora bien, NO dice que: “Dios suplirá todas tus codicias”. Hay una gran diferencia entre necesidades y deseos.
Si eres padre, ¿les das a tus hijos todo lo que quieren? Espero que no. No lo haces porque los amas, y tu Padre celestial te ama. Él no te va a dar todo lo que quieres porque, si lo hiciera, te malcriarías hasta la muerte, y sabe que algunas de las cosas que quieres no serían buenas para ti.
Él no te dará todo lo que quieres, pero te dará todo lo que necesitas.
“¿Entonces por qué sigo teniendo necesidades financieras?”, te estarás preguntando. ¿Falló Dios? ¿Mintió? ¿Exageró?
¡No! Con cada promesa, hay una premisa; hay condiciones y requisitos. Cuando Dios hace una promesa, su expectativa es a menudo: “Yo haré mi parte, y tú harás la tuya”. Los principios financieros de Dios están claramente establecidos para nosotros en su Palabra. La Biblia habla de muchos aspectos de la salud financiera, incluidos los principios de ahorro, gasto, donación, inversión y administración. Dios te ha dado todo lo que necesitas para la estabilidad financiera.
Solo necesitas pedirle ayuda mientras sigues sus principios. Jesús dice: “Pidan en mi nombre y recibirán y tendrán alegría en abundancia” Juan 16:24 (NTV).
Muchas personas dependen más de su tarjeta de crédito que de Jesucristo. Aquí hay una buena regla: antes de pagarla, ora por ella. Dale a Dios la oportunidad de proveer antes de salir y cargarla. Pídele sabiduría para tomar una buena decisión financiera.
¿Por qué quiere Dios que pidas? Para poder dar. ¿Por qué quiere dar? Para que puedas recibir.
¿Por qué quiere que recibas? Para que estés lleno de alegría.
Hay una gran alegría en obedecer la Palabra de Dios con respecto a tus finanzas. Dios cuidará de ti. ¡Solo pídele!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué área de tus finanzas te resulta difícil entregar a Dios? ¿Por qué?
- Cuando eres responsable y gozoso con tus finanzas, ¿cómo sirve eso como testimonio para otras personas?
- ¿Qué compra grande estás considerando? ¿Cómo puedes buscar la sabiduría de Dios hoy para esa compra?
(Ps. Rick Warren).
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