Enfrentando los hechos con Fe...
“Y la fe de Abraham no se debilitó a pesar de que él reconocía que, por tener unos cien años de edad, su cuerpo ya estaba muy anciano para tener hijos, igual que el vientre de Sara”. Romanos 4:19 (NTV).
A veces la gente cree equivocadamente que la fe significa ignorar los hechos. ¡Pero nada podría estar más lejos de la verdad!
Abraham entendió esto: “Y la fe de Abraham no se debilitó a pesar de que él reconocía que, por tener unos cien años de edad, su cuerpo ya estaba muy anciano para tener hijos, igual que el vientre de Sara” Romanos 4:19 (NTV).
Abraham tenía 99 años y su esposa 89. Era médicamente imposible que tuvieran hijos. Él no negó los hechos. Los enfrentó con fe.
La fe no ignora la realidad. No pretende que no hay un problema. La fe es enfrentar los hechos de tu vida sin desanimarte por ellos.
Algunas personas enseñan un cristianismo que dice que los creyentes deben negar sus problemas y simplemente sonreír mientras viven la vida. Pero ese no es el camino de Jesús.
La fe nunca te pedirá que niegues la realidad. No es vivir en negación. No es aferrarse al pasado. La fe no es una tontería obstinada.
Es posible que tengas que hacer un duelo legítimo por un diagnóstico que no has querido admitir o un sueño para tu vida que nunca se hará realidad.
Pero no necesitas compadecerte. Tienes que decirle a Dios: “No resultó como yo quería, pero sé que tienes un mejor plan para mi vida”.
Así es la fe. Dios no ha terminado con tu vida. ¡Dios tiene cosas buenas guardadas para ti! Puedes enfrentar los hechos y elegir no desanimarte por ellos.
Cuando era joven, la autora y sobreviviente del Holocausto Corrie Ten Boom estaba comprometida para casarse. De repente, el hombre rompió con ella y se casó con una amiga. Ella estaba devastada. Nunca se casó y vivió como una mujer soltera.
Corrie Ten Boom no se encerró en sí misma, sino que reorientó su amor. Se convirtió en una de las líderes cristianas más amorosas del siglo XX, influyendo en millones de personas.
Solo lo hizo porque se negó a negar los hechos. Confió en Dios y amó a los demás a través de su fe.
Tú puedes hacer lo mismo.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuál es la diferencia entre el duelo y el sentimiento de autocompasión?
- ¿Puedes pensar en alguna ocasión en la que hayas tenido que reconocer una verdad o una realidad difícil? ¿Cómo te ayudó tu fe a sobrellevar esa situación?
- ¿Cuáles son algunas de las formas en las que puedes ayudar a los demás a enfrentar hechos importantes con fe?
(Ps. Rick Warren).
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