Remendar las Redes...
«Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó…». (Mateo 4:21).
Pablo en la segunda epístola a Timoteo insta a éste a predicar la palabra:
«Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas…». (2 Timoteo 4:1-4).
Este es unos de los trabajos que como llamados de Dios no debemos dejar de lado, predicar la palabra, hablar a otros de Nuestro Señor Jesucristo, enseñando y contado lo que Él hizo en nuestras vidas. Pero ahora pregunto; ¿tenemos en buen estado nuestras herramientas de trabajo?.
Como pescadores de hombres, ¿esas herramientas espirituales están en condiciones de ser usadas? ¿Cuántas veces hemos hablado a alguien de Jesús y vino al camino del Señor ó llegó a los pies del maestro pero no permaneció? ¿Será que todavía no es tiempo de que sea salvo? Esto pensamos, pero yo te invitaría a revisar tus redes.
Sabes que Jesús observó el trabajo de éstos hermanos («pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó» (Mateo 4:21).
Mira que importante es reparar bien nuestro material de trabajo, éstos remendaban sus redes para que ningún pescado se les escape, por mas fuerte que tiren no puedan escapar y tener una gran pesca.
El Señor también mira nuestro trabajo, no es cuestión de hacerlo solamente sino también de revisar nuestras redes espirituales ya que somos llamados a ser pescadores de hombres.
Seremos verdaderos pescadores de hombres usando estas cosas:
LA ORACIÓN
LA INTERCESIÓN
ESTUDIOS DE LA PALABRA DE DIOS
DEPENDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
Cuidemos todos los días nuestras redes para lanzarlas y tener una abundante y gloriosa pesca.
(Roberto Contreras).
Si aún no recibiste a Jesús como tu Señor y Salvador personal lee y medita esta Oración de fe: "Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la cruz para pagar por mis pecados. Te pido perdón por mis pecados y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por darme el regalo de vida eterna. Deseo cambiar y vivir una nueva vida contigo como mi Señor y Salvador. Escribe mi nombre en el libro de la vida y prometo serte fiel y justo . Gracias Jesús. Amén."
Si hiciste esta oración con fe. Felicidades! has recibido a Jesucristo como tu único salvador, recuerda que si lo pediste de corazón Dios hará cambios en tu vida. Dios obra en nuestras vidas Gloria a Él.
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