Cómo Levantar la Mirada Cuando Te Sientes Desanimado?
Todos experimentamos momentos en la vida en los que nos sentimos deprimidos por varias razones, pero no podemos permitir que nuestras circunstancias controlen nuestras emociones.
Satanás busca llenar nuestra mente con pensamientos negativos que eventualmente nos hacen perder el gozo y sentirnos tristes. Es un desalentador y quiere hundirnos en todas las maneras posibles, emocional, espiritual, económicamente. Pero Jesús es nuestro alentador, ¡y vino a levantarnos! Vino a darnos justicia, paz y gozo. Él quiere que esperemos cosas buenas para nuestro futuro y nos llena de esperanza.
Todos experimentamos momentos de frustración y angustia por planes o sueños incumplidos. Cuando las cosas no salen como esperamos, es normal sentirse desanimado o decepcionado. Pero debemos tener cuidado con la forma en que lidiamos con estos sentimientos, porque si permanecemos allí demasiado tiempo, nos puede conducir a la depresión.
El Salmo 30: 5 nos dice que: Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría. Las cosas pueden hacernos sentir tristes temporalmente, pero no debemos permanecer tristes. Si lo hacemos, el enemigo aprovecha esa puerta abierta y se abre camino en nuestras vidas, trayendo problemas más serios. Sin embargo, con Dios, cuando nos decepcionamos, siempre podemos tomar la decisión de volver a levantarnos. Podemos optar por buscar en Él una nueva esperanza y fuerzas renovadas para seguir adelante.
PON ATENCIÓN A TUS SENTIMIENTOS
Si alguna vez has experimentado depresión, sabes que eso es muy real. Esto puede hacernos sentir aislados, solos y sin esperanza... como si todo lo que nos rodea se estuviera derrumbando. Ahora, me doy cuenta de que la depresión puede ser el resultado de un desequilibrio físico o químico, y no quiero descartar estas causas.
Hay ocasiones en las que el Señor dirigirá y guiará a alguien para que acuda a un profesional médico o un psicólogo capacitado que pueda ayudarlo a llegar a la raíz del problema. Creo que el conocimiento médico viene de Dios y que Él obra a través de los médicos para hacer grandes cosas.
Sin embargo, para un gran número de personas, la depresión también es un problema espiritual. Verás, satanás usa la depresión para robar el poder espiritual y la libertad de una persona; él busca llenar nuestras mentes con oscuridad y tristeza, a fin de abatirnos emocionalmente. Pero Dios quiere ayudarnos a vivir libres de la depresión.
Quiere llenarnos de Su gozo, esperanza y expectativa de cosas buenas para nuestra vida. Para cooperar con Él, una cosa que debemos hacer es aprender a no vivir de acuerdo con nuestros sentimientos. A menudo he dicho que las emociones pueden ser uno de nuestros mayores enemigos. Es fácil dejarse llevar por cómo nos sentimos, pero debemos darnos cuenta de que los sentimientos son inconstantes, ¡cambian de un día para otro! No debemos seguir a todos los pensamientos o sentimientos que surjan, porque a menudo pueden contradecir la verdad de lo que Dios dice sobre nosotros.
Durante muchos años de mi vida, experimenté depresión moderada. Me despertaba por la mañana con una vocecita en mi cabeza que decía: “Me siento deprimida.” Yo creía que era mi propio pensamiento, sin darme cuenta de que el enemigo estaba tratando de decirle mentiras a mi mente. Más tarde, cuando Dios me llevó a caminar más cerca de Él y comencé a estudiar seriamente Su Palabra, aprendí que no tenía que seguir cada sentimiento y pensamiento que tenía. Comencé a hablar en voz alta y a decir: “¡No me desanimare ni me deprimire!” Siempre tendremos sentimientos, ellos nunca desaparecerán. Sin embargo, tenemos la opción de permitir o no que nuestros sentimientos dicten nuestras vidas.
HAZ UN INVENTARIO DE TUS PENSAMIENTOS
La mente es otra clave importante para superar el desánimo y la depresión. ¿Sabías que lo que piensas tiene el poder de afectar todas las áreas de tu vida? Proverbios 23: 7 (RVR1960) dice: Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él....
¡Nuestras mentes son poderosas! Cuando elegimos morar en todas las cosas negativas sobre nosotros mismos o las cosas malas que nos han sucedido, se alimenta el desánimo y la depresión. Hace años tuve una lucha contra el cáncer de pecho y fue realmente un momento de prueba para mí.
Sabía que no haría falta mucho para llevarme al límite si permitía que mi mente se volviera negativa. Durante ese tiempo, Dios puso en mi corazón el llenar mi mente con las siguientes cosas y luego decirlas en voz alta tan a menudo como pudiera.
Pensaba y decía: “Dios, sé que me amas. Creo que todo les sale bien a los que te aman y son llamados de acuerdo con Tu propósito. En Ti confío y no temeré.” (Ver Romanos 8:28, 35-39; Josué 1: 9; Proverbios 3: 5.) Verás, cuanto más tiempo pasas leyendo y pensando en Su Palabra, más se mete dentro de ti y comienzas a cambiar de adentro hacia afuera.
Hebreos 4:12 dice que la Palabra de Dios es viva y poderosa. Tiene la capacidad de cambiar la forma en que te ves a ti mismo e incluso tu futuro. Al llenar tu mente con lo que Dios dice sobre ti y reclamar Sus promesas como propias, traerá esperanza y fortalecerá tu fe.
UNA RECETA BÍBLICA PARA LA DEPRESIÓN
Como mencioné, la depresión a veces es el resultado de un problema físico o químico, y creo que es importante permitir que los médicos nos ayuden como el Señor guie. Pero incluso cuando visitamos a un médico, creo que es bueno asegurarnos de que ponemos nuestra confianza en Dios, nuestro Sanador.
Sin embargo, la depresión también es a menudo una batalla espiritual... y la Biblia nos da excelentes instrucciones sobre cómo combatirla. Isaías 61: 3 nos dice que nos vistamos con el manto de alegría en lugar del espíritu angustiado... (RVR1960).
Puede que no siempre tengamos ganas de alabar a Dios, pero tomarnos unos momentos para hablar con el Señor y agradecerle por Su bondad, es una de las armas más poderosas que tenemos para combatir el desánimo y la depresión. Literalmente invitamos a la presencia de Dios a nuestra situación, lo que nos trae Su fuerza, paz y gozo.
Filipenses 4: 4 dice: Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Alabar al Señor en medio de nuestro dolor es lo más grande que podemos hacer. ¿Por qué? Porque cuando elegimos fijar nuestra atención en Dios y alegrarnos en las cosas buenas que Él ha hecho, lo hacemos a Él más grande que nuestros problemas.
La verdad es que Dios siempre es bueno, independientemente de lo que esté sucediendo en nuestras vidas. Él es nuestra Fuente de gozo y podemos acudir a Él en busca de alivio en cualquier momento que lo necesitemos.
Esto me lleva al Salmo 16:11. Dice: ...Me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha. Cuando adoramos a Dios, invitamos Su presencia a nuestras vidas. Él reemplaza nuestro desánimo y tristeza con Su gozo y paz… dándonos esperanza y soplando nueva vida a nuestra situación. No siempre podemos cambiar todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero la presencia de Dios nos cambiará el cómo pensamos, cómo nos sentimos y cómo vemos nuestras circunstancias.
DEJA QUE DIOS SE LLEVE TU DOLOR
Nunca estaremos completamente libres de experimentar dolor o decepción, pero no tenemos que permitir que lo que suceda hoy arruine el mañana.
Tenemos una opción. De hecho, podemos cambiar las cosas al tomar la decisión de dejar de lado las situaciones que causaron el desánimo y la depresión, y avanzar hacia las cosas buenas que Dios ha planeado para nuestro futuro. Me gusta mucho 1 Pedro 5: 9, que dice que: Resistanlo, manteniéndose firmes en la fe…
Es muy importante resistir inmediatamente los sentimientos de desánimo y depresión, porque cuanto más tiempo les permitamos permanecer, más difícil será resistir. He dicho esto durante años: si no dejas que satanás te impresione con lo que hace, entonces no podrá oprimirte; y si no puede oprimirte, tampoco puede deprimirte.
La próxima vez que te encuentres con una situación que amenaza con hundirte, toma la decisión de recurrir al Espíritu Santo y deja que Él te llene de esperanza. Elige creer lo que Dios dice, en lugar de tus sentimientos. Llena tu mente y boca con cosas positivas y esperanzadoras de la Palabra de Dios. No tienes que permitir que el desánimo y la depresión gobiernen tu vida.
Cuando “la vida pasa,” deja que el Dios de toda esperanza te fortalezca y te anime desde adentro hacia afuera. Porque no importa por lo que estés pasando, Dios está listo y dispuesto para ayudarte a tomar tu dolor... y convertirlo en algo grandioso.
(Joyce Meyer de su Libro Esperanza para los Tiempos Difíciles).
Si aún no recibiste a Jesús como tu Señor y Salvador personal lee y medita esta Oración de fe: "Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la cruz para pagar por mis pecados. Te pido perdón por mis pecados y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por darme el regalo de vida eterna. Deseo cambiar y vivir una nueva vida contigo como mi Señor y Salvador. Escribe mi nombre en el libro de la vida y prometo serte fiel y justo . Gracias Jesús. Amén."
Si hiciste esta oración con fe. Felicidades! has recibido a Jesucristo como tu único salvador, recuerda que si lo pediste de corazón Dios hará cambios en tu vida. Dios obra en nuestras vidas Gloria a Él.
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