Confiar en Dios en medio de la Tormenta ...


A lo largo de los años, he aprendido que, una cosa es confiar en Dios por algo, para cambiar algo o alguien en tu vida, pero otra cosa completamente diferente es confiar en Dios en medio de algo.

Me consuela mucho Isaías 43:2-3. Dice: Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Yo soy el Señor, tu Dios...

Cuando estás pasando por tiempos difíciles, es muy importante recordar que Dios está ahí contigo y puedes confiar en Él para que te ayude a superarlos. Por ejemplo, puede ser difícil mantener la fe cuando las circunstancias no tienen sentido o la vida simplemente no parece justa. Es especialmente difícil cuando sientes que estás haciendo lo que deberías hacer y no estás obteniendo el resultado correcto.

O qué tal este: Ves a alguien que no está haciendo lo correcto, ¡pero aparentemente está obteniendo un mejor resultado que tú! Habrá momentos en nuestras vidas en los que todo se siente como si se estuviera sacudiendo y nada se siente seguro, y la única respuesta real es confiar en Dios y seguir confiando en Él.

También he aprendido por experiencia que Dios usará estos tiempos para nuestro beneficio. Cuando la vida se sienta inestable, Él usará nuestras circunstancias para ayudarnos a acercarnos más a Él y a aferrarnos firmemente a la roca de nuestra salvación, Jesucristo, ¡quien no puede ser movido ni sacudido! (Ver Salmo 62: 2, 6).

“CRECER” EN LOS TIEMPOS DIFÍCILES

Esto puede sonar gracioso, pero he llegado al punto en el que creo que las pruebas y las dificultades pueden ser algunos de nuestros mejores amigos. ¿Por qué? Porque el Señor las usa para enseñarnos, entrenarnos y ayudarnos a crecer de maneras que no podemos hacerlo por nuestra propia cuenta.

De hecho, Santiago 1: 2-3 nos dice: Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, 3 pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Las pruebas y el sufrimiento no son originadas por Dios, pero Él las usará para hacernos más fuertes y ayudarnos a disfrutar de una vida más pacífica, estable y satisfactoria.

CONFIAR EN DIOS EN MEDIO DE LA TORMENTA

Los momentos difíciles de la vida nos hacen convertirnos en la persona que queremos ser. Cuando nos encontramos con una situación que está “sobre nuestras cabezas,” nos ayuda a poner nuestra dependencia en Él, sabiendo que no podemos resolver todos nuestros propios problemas.

El Señor quiere que vayamos a Él en busca de nuestras fuerzas y alcancemos un punto en el que podamos permanecer estables, incluso cuando enfrentamos las pruebas de la vida. Él quiere que tengamos gozo y contentamiento en Él, incluso cuando nuestras circunstancias no sean perfectas (ver Nehemías 8:10).

Al igual que los diamantes se forman bajo gran presión, Dios a menudo usa las dificultades en nuestras vidas para hacernos humildes, desarrollar nuestro carácter, transformarnos a Su imagen... y prepararnos para las cosas buenas que Él tiene para nuestro futuro.

LAS PRUEBAS NOS AYUDAN A CONFIAR

Hay una tremenda libertad en confiar en Dios. Cuando algo no va como queremos, en lugar de enojarnos u ofendernos, podemos confiar en que Él tiene un plan que es mejor que el nuestro, y finalmente dispondrá la situación para nuestro bien (ver Romanos 8:28).

Necesitamos entender esto porque a veces, cuando tenemos problemas, podemos ofendernos con Dios o incluso con otras personas que están siendo bendecidas. Podemos tener una actitud moralista que diga: “Bueno, yo soy mejor cristiano que tú, merezco esas bendiciones.”

Por ejemplo, tal vez desees un ascenso en el trabajo, pero alguien más lo recibe en vez de ti. ¿Qué deberías hacer? Puedes ofenderte, ser moralista y realmente lastimarte espiritualmente. O puedes confiar en Dios y decir: “Señor, si aquí es donde Tú me quieres ahora, entonces voy a servir a mi jefe con una sonrisa en mi rostro. Y sé que, si quieres ponerme en otro lugar, puedes hacerlo en el momento perfecto.”

¡He aprendido que Dios es más inteligente que nosotros! A veces pospone darnos lo que queremos porque Él tiene un propósito diferente en mente, algo mejor de lo que podríamos haber imaginado. Por ejemplo, muchas veces el Señor me ha permitido pasar por cosas difíciles. A veces ha sido extremadamente difícil, especialmente cuando vi a otras personas recibir victorias en las mismas áreas rápidamente. Pero cuando Dios me permite caminar por este camino, quiere que yo experimente y entienda por lo que está pasando la gente, para que yo pueda relacionarme con su dolor y ayudarles a atravesarlo con éxito.

Si no fuera por los momentos difíciles de mi vida, circunstancias que el Señor usó para ayudarme a crecer y cambiar, ¡ciertamente no podría ayudar a la cantidad de personas que ayudo hoy!

Dios nunca nos prometió una vida libre de problemas, pero sí promete jamás dejarnos ni desampararnos (ver Hebreos 13: 5). En los tiempos difíciles, podemos tener consuelo sabiendo que Él nos ama tremendamente y que ya tiene un plan para ayudarnos.

DIOS ESTÁ CONTIGO EN MEDIO DE TODO.

Quiero animarte a tomar una decisión determinada de confiar en Dios en cada área de tu vida. Cuando te golpean las tormentas de la vida o experimentas cosas que no entiendes, es cuando tienes que elegir seguir confiando en Él, sin importar lo que pienses o sientas, y sin importar cómo sean tus circunstancias. Y mientras confías en Dios a través de todo, Él te dará algo estable: te dará más de Él mismo.

¿Estás pasando por algo difícil hoy? ¿Hay alguna prueba que amenace con abrumarte? Si es así, te animo a que te tomes un momento ahora mismo y ora. “Señor, te agradezco por estar siempre conmigo, en los buenos tiempos y también cuando la vida se pone difícil. Ayúdame a acercarme más a Ti cuando la vida no tenga sentido. Confío en Ti y sé que todo lo dispondrás para mi bien. En el nombre de Jesús, oro. Amén.”

Recuerda, lo que estás pasando ahora no va a durar para siempre. Cuando yo estoy pasando por un momento difícil, me gusta recordarme a mí misma: “Esto también pasará.” Mientras tanto, puedes optar por poner tu confianza en Dios y permitirle que te dé gozo en medio de lo que está pasando.

También es bueno permanecer en la Palabra de Dios y animarse con versículos como Isaías 41:10. Dios dice: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré...

Sea lo que sea por lo que estés pasando en este momento, te animo a que aguantes y no te des por vencido. Toma la decisión de mantener una buena actitud y continuar depositando tu confianza en Dios. Porque Jesús está contigo en cada tormenta, y saldrás más fuerte al otro lado.

(Joyce Meyer de su Libro Esperanza para los Tiempos Difíciles).

Si aún no recibiste a Jesús como tu Señor y Salvador personal lee y medita esta Oración de fe: "Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la cruz para pagar por mis pecados. Te pido perdón por mis pecados y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por darme el regalo de vida eterna. Deseo cambiar y vivir una nueva vida contigo como mi Señor y Salvador. Escribe mi nombre en el libro de la vida y prometo serte fiel y justo . Gracias Jesús. Amén."
Si hiciste esta oración con fe. Felicidades! has recibido a Jesucristo como tu único salvador, recuerda que si lo pediste de corazón Dios hará cambios en tu vida. Dios obra en nuestras vidas Gloria a Él.

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