Los Estragos de tu Frustración...
El sentimiento de frustración trae muchas consecuencias negativas a tu vida. Hay 3 cosas en particular que hace la frustración y que te llevan a cometer grandes errores:
Te hace renunciar
“35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. 37 Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. 38 Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.” Hebreos 10:35-39
El apóstol dice que nosotros no somos de los que retrocedemos, de los que renunciamos. El problema de una persona frustrada, es que tiende a renunciar, a tener poca persistencia. Y hay grandes recompensas que vienen a ti, simplemente, por el hecho de permanecer, de continuar. Estamos viviendo momentos complicados, difíciles. Hay quienes comenzaron un emprendimiento y ahora se ven detenidos y piensan que no fue algo bueno comenzar, estás pensando renunciar, pero es momento de continuar, de persistir, de buscar la manera de hacerlo. Pablo decía: No nos cansemos de hacer el bien porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Hay ofrendas que tú nunca recibes la recompensa porque te retiras demasiado rápido porque renuncias a tu cosecha antes de tiempo. Qué triste es que estés tan cerca de lo que siempre habías anhelado y que renuncies por un pensamiento de frustración porque por un momento te hayas sentido atrasado y no hayas tomado las decisiones correctas.
Hoy se va todo pensamiento de terminar, de renunciar, de abandonar. Si tú eres un emprendedor, vas a emprender; quizás no será de la misma manera, será de otra, pero algo va a pasar, algo va a ocurrir, y tú vas a persistir porque tú no eres de los que retroceden; tú no vas a permitir que la frustración momentánea te detenga.
Te hace tener malas relaciones, por una percepción incorrecta en tu visión.
En la historia de David, podemos ver la frustración que viene por las relaciones incorrectas y su percepción errada. Saúl se frustra con David porque David llega a ser delante de Dios todo lo que Saúl dejó de ser. Una de las cosas que trae frustración es cuando otros son lo que ellos deberían ser, pero tú sabes en tu interior que no estás allí porque tú no has tomado decisiones correctas y entonces buscas acabar con la vida de David. Saúl persigue a David toda su vida hasta perderla, cuando todo lo que debió hacer fue arrepentirse, pero ahora David representaba todo lo que él pudo haber sido y perdió, pero no era capaz de arrepentirse y decir: Fue mi error; yo soy el que tengo que cambiar, me tengo que arrepentir y tengo que darle espacio a lo que Dios quiere hacer. Cuando tú aceptas pensamientos de frustración, comienzas a desquitarte con las personas incorrectas, a señalar a la gente incorrecta, a ver en la vida de los demás nuestros propios errores y frustraciones.
Hay quienes están viviendo momentos de frustración en sus relaciones porque están procesando las cosas de manera incorrecta. A lo mejor el problema que tienes en el hogar es por frustraciones que tienes en tu interior que te hacen ver a los demás como competencia, que todo lo que dicen y hacen te desagrada, y todo lo que hablan te provoca ansiedad, coraje, odio, pero en realidad puede que seas tú quien tienes que analizarte, tal vez eres Saúl y son tus errores los que te han hecho perder muchas cosas, pero los ves proyectados en la vida de otros. Hoy es el día de decidir: Mi frustración no va a afectar mis relaciones nunca más.
Te hace ceder a hábitos erróneos
“14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro.” Romanos 7:14-25
Una de las peores consecuencias de la frustración, de vivir frustrado, es la mala creación de hábitos. El apóstol Pablo se encontraba en esta batalla. ¿Cuál es la batalla hoy en tu país y en el mundo entero? Hay gente creando hábitos incorrectos. Cuando te frustras comienzas a vivir el presente; y siempre suena bien bonito vivir el hoy, el problema es que lo que llaman vivir el hoy es entregarse a hábitos erróneos, que van a tener consecuencias en tu futuro. Comienzas a atar tu vida y tu corazón, perdiendo tu futuro. Tú no puedes permitir que por la frustración se meta algún hábito en tu carne, que después se te haga muy difícil librarte de él. Pero hoy, tú comienzas a vencer la frustración, comienzas a salir de la frustración en el nombre poderoso de Jesús.
(Ps. Otoniel Font).
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