Recibe el Espíritu Santo...
Declaramos hoy que el Espíritu Santo toca tu vida y te vas a atrever a enfrentarte al mundo, a lo que viene, a lo que va a pasar, y vas a caminar con la misión de Dios sobre tu vida. La presencia de Dios se mete en donde tú estás en este momento. Esta noche dormirás tranquilo; la paz de Dios está sobre ti.
Jesús, cuando entró donde estaban los discípulos escondidos por miedo, no les dijo: ¡Cobardes! Así han dicho algunos religiosos de aquellos que, por responsabilidad social, cerramos nuestras puertas en algún momento durante esta pandemia. En otras ocasiones, Jesús les llamó “hombres de poca fe”, pero él sabía que estaban siendo amenazados, que era natural que sintieran temor. El Señor sabe que es natural que tú sientas lo que estás sintiendo en el día de hoy. Por eso, él se mete a puerta cerrada con los discípulos, para que antes de que salgan, los pueda preparar para salir, y antes de enviarlos a salir, cambia el miedo en gozo, les da la doble paz para entonces enviarlos. Y esa es la experiencia que tú vas a tener en esta hora. Recibe la presencia de Dios, de su Espíritu. Permite que te toque, que obre en ti. El Señor ha comenzado a orar en ti. Tienes miedo por lo que hay afuera, pero hoy Dios te dice: Paz. Y esa paz va a hacer que tu miedo se convierta en gozo. Y ahora que estás experimentando el gozo del Señor, una vez más: Paz. Y pedimos al Espíritu Santo que sople sobre tu vida, porque el Padre te va a enviar a hacer una gran obra.
Lánzate. Creemos contigo que el miedo se convierte en gozo en tu vida. Declaramos paz sobre tu vida, viene valentía a tu corazón. Como Dios envió a Jesús, así te envía a ti. El Espíritu Santo de Dios toca tu vida en este instante. Jamás pensamos que a través de un dispositivo como el que usas hoy para leernos, el Espíritu Santo pudiera hacer una obra tan grande y maravillosa como está haciendo en tu vida en este instante.
En Juan 20, nuestro Señor entra donde estaban los discípulos encerrados por miedo, y no los condenó, no los culpó. Él sabía que estaban siendo amenazados, y les dijo: Paz a vosotros. No permitas que ningún religioso hoy te ponga condenación porque estamos encerrados. Que nadie llene tu mente y tus pensamientos de cosas negativas. Ten cuidado de lo que escuchas en este tiempo. En medio de tu encierro por el temor, Jesús te dice: Paz. Y dice la Biblia que el miedo se convirtió en gozo. Estos días que nos queden, llámales tiempo en familia, tiempo en casa; van a ser tiempos de gozo. El gozo del Señor viene sobre tu vida.
Entonces, Jesús, luego que ellos ya estaban llenos de gozo, les dice otra vez: Paz. Y sopló sobre ellos el Espíritu Santo. Deja que el Espíritu Santo sople sobre tu vida en este momento.
Unimos nuestra fe a la tuya, por el poder de Su palabra, y pedimos que ahora mismo al Dios Todopoderoso, que Él haga una obra especial, que marque tu corazón. Pedimos paz para tu corazón, para tu mente, para tu espíritu. Declaramos que el gozo se manifiesta en este instante, y el Espíritu Santo sopla en tu vida y tu corazón.
(Ps. Otoniel Font).
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