¿Cómo podemos Vivir confiados?
SALMOS 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
SALMOS 27:3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.
En la actualidad por las situaciones que vivimos en la sociedad nos hemos vuelto DESCONFIADOS, y una persona CONFIADA es vista como alguien que tiene una actitud equivocada para la vida.
Tenemos que saber que la desconfianza viene principalmente del temor, de no saber cómo enfrentar las circunstancias, de sentirnos vulnerables frente a las dificultades de la vida y esa desconfianza provoca en nuestra mente y en nuestro corazón otro sentimiento que muchas veces nos domina y nos esclaviza: LA ANSIEDAD.
Es por eso que la palabra de Dios nos hace un llamado muy importante a cada uno de nosotros (Lucas 12:29) Vosotros, pues, NO OS PREOCUPÉIS por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
Pero ¿Cómo podemos dejar de preocuparnos? ¿Cómo podemos vencer la desconfianza y la ansiedad que hay en nuestro corazón? Necesitamos comprender que la palabra clave para sentirnos confiados es LA SEGURIDAD, cuando nos sentimos protegidos y seguros entonces verdaderamente podemos vivir confiados.
Entonces respondamos por medio de la palabra de Dios: ¿DE QUE TENEMOS QUE ESTAR SEGUROS PARA PODER VIVIR CONFIADOS?
I) TENEMOS QUE ESTAR SEGUROS QUE SOMOS HIJOS DE DIOS (LUCAS 12:29-30) Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
Cuando tenemos la seguridad que Dios es nuestro Padre podemos ver la vida de una manera diferente, podemos ver la vida con esperanza y con confianza, porque sabemos que él nos ama y que siempre tiene cuidado de nosotros.
Para vivir confiados no se trata de ser solamente miembro de una iglesia y parte de un ministerio cristiano, se trata de tener la seguridad que somos hijos de Dios y que somos parte de su familia por medio de la fe y la gracia de nuestro Señor Jesucristo (Juan 1:12) Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
La mayor seguridad de un cristiano es saber que nuestra vida está en las manos del hijo, nuestro Señor Jesucristo, y en las manos del Padre Celestial (Juan 10:27-29) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
II) TENEMOS QUE ESTAR SEGUROS DE SU PODER (JEREMÍAS 32:27) He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?.
No hay duda que aquellas cosas que nos quitan la confianza y nos hacen sentir inseguros son las que creemos que no tendremos la capacidad de enfrentar, las que consideramos que no podremos vencer, las que nos parecen demasiado difíciles o hasta imposibles de resolver.
Es por eso que debemos sentirnos confiados que por nosotros pelea alguien que TODO LO PUEDE, y cuando lo que estamos enfrentando supera nuestra capacidad el Señor nos dice en su palabra algo maravilloso: (2 Crónicas 20:15) y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
Podemos sentirnos confiados aunque estemos enfrentando enemigos muy poderosos que vienen en contra de nuestra vida, porque nuestro Dios hoy nos recuerda que (Lucas 18:27) Él les dijo: LO QUE ES IMPOSIBLE PARA LOS HOMBRES, ES POSIBLE PARA DIOS.
Y los maravilloso es que este poder está disponible para TODOS los que creen (Marcos 9:23) Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
III) TENEMOS QUE ESTAR SEGUROS DE SU FIDELIDAD (2 CORINTIOS 1:20) porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
Uno de los rasgos principales del carácter de nuestro Dios es SU FIDELIDAD. La persona fiel es aquella que cumple con sus promesas y mantiene su lealtad aún con el paso del tiempo y las distintas circunstancias, y verdaderamente tenemos que reconocer que el único que puede cumplir completamente con esa característica es nuestro Dios.
Podemos sentirnos confiados aun en las circunstancias más difíciles de nuestra vida porque todo lo que Dios ha prometido él lo cumplirá: SI DIOS LO DIJO, ÉL LO HARÁ.
No importa que tan complicada o difícil sea la situación que estemos enfrentando, a nuestro Dios nada lo pone en dificultad para poder cumplir lo que nos ha prometido, DIOS SIEMPRE VA A HONRAR SU PALABRA.
HONRAR LA PALABRA es el compromiso moral que asume una persona de cumplir lo que ofreció. Quien honra su palabra lo hace no porque firmó un papel, o porque entregó alguna prenda, sino porque él lo prometió y está en juego su buen nombre. Y SI DE ALGO DIOS TIENE CUIDADO ES DE LA GLORIA DE SU NOMBRE. (Salmo 79:9) Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.
(Ps. Oscar Flores).
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