El Autor de Tu Vida...


Cada tatuaje es diferente. Podrías tratar de imitar un tatuaje, pero no va a quedar exactamente igual. Cuando tienes un tatuaje, tú te llevas al artista contigo a dondequiera que vas. De la misma manera, ¿cuánta gente ha hecho marcas en tu vida que tú todavía estás cargando con ellos? Un tatuaje se hace rompiendo la piel, te saca sangre, causa dolor, te marca permanentemente. El artista no siente el dolor que tú sientes, pero está poniendo una marca permanente. Igual la gente que te ha herido el corazón; los que han rasgado tu alma, nunca han sentido el dolor que tú sientes, pero tú has dejado que muchas personas escriban cosas permanentemente en tu vida, y aunque tú piensas que ya no están, que se fueron, mientras tú los lleves marcados en tu corazón, los llevas contigo.

Tiene que llegar un momento donde haya un nuevo Autor de tu vida, alguien que dibuje, que pinte algo nuevo.

Compréndete a ti mismo, ten compasión, misericordia de ti. Has hecho las cosas que has hecho porque no sabías qué otra cosa hacer, porque así te trataron, porque así te pasó, eso fue lo que te ocurrió. En vez de interpretarte y juzgarte, aprende a comprenderte, a analizarte, a verte como realmente eres; y si lo que tú ves no te ayuda para el futuro que tú quieres, entonces tienes la oportunidad hoy de reescribir una nueva historia, un nuevo capítulo en tu vida, y de permitirle al Autor por excelencia que cambie todo.

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:1-2

Hebreos 10 dice que el justo por la fe vivirá; Hebreos 11 dice que todo lo que vemos fue hecho de lo que no se veía, y te habla del Dios Creador, y luego comienza a decirte lo que grandes hombres y mujeres de Dios hicieron por la fe. De todos estos sabemos que tuvieron altas y bajas. Abraham, un hombre llamado por Dios, un hombre de fe, pero en el camino se desesperó y se acostó con su sirvienta; por poco lo pierde todo, tuvo que dejar ir a su hijo. Luego de todo esto, se nos dice entonces en Hebreos 12 de Jesús, que él es el Autor. Tú tienes que pasar de creer en el Dios Creador, a entender al Dios Autor de tu vida. Él primero te creó, pero en adelante, Él ha querido reescribir tu vida. Esto se nos dice en Hebreos 12 para dejarnos saber que toda esa gente de Hebreos 11 que admiramos, sus vidas fueron escritas por el Autor por excelencia, el Dios Todopoderoso. Lo que nos dice este verso es que la historia de Abraham tuvo el final que tuvo porque tiene un Autor que todavía hoy sigue escribiendo nuevos capítulos. Se nos dice que la historia de Raab quien la terminó escribiendo fue el Dios Todopoderoso. Más que simplemente creer en el Dios Creador, atrévete a creer en el Dios que es Autor, que es el Artista de tu vida, que quiere llevarte a ti a ser algo más grande de lo que tú jamás habías imaginado. Si alguien es capaz de hacer los trazos, las marcas correctas para llevar tu historia al final, es ese Dios Todopoderoso al que tú sirves.

Hoy, en vez de llevarte contigo a tu excónyuge, a aquella gente que te traicionó, al padre o la madre que te abandonó permanentemente en tu corazón, hoy puedes cargar con un nuevo Artista que por el resto de tus días haga una marca en tu corazón, en tu mente, en tu interior, que te dé el final de la historia que tú siempre habías pensado.

No mires solo al Dios Creador. Dios no quiere crearte una nueva vida; Él quiere escribirte, pintarte una nueva vida. Dios no tiene que borrar tu pasado para sacar algo bueno; Él es experto en coger una tragedia y terminarla en una victoria, en tomar el fracaso y pintar algo nuevo. Él es el Dios que tiene una pluma hoy para escribir algo nuevo en tu vida.

Comprende; deja de interpretar las cosas. Compréndete a ti y a aquellos a tu alrededor. En vez de juzgar a tus padres, compréndelos. Si lo que comprendes hoy no te ayuda a llegar al final que deseas, tienes que permitirle al Dios Todopoderoso que entonces sea Él quien reescriba la historia de tu vida, quien haga las nuevas pinceladas que te van a llevar al nivel que Dios quiere que tú estés.

¿Quieres tener una mejor historia? Entiende que el protagonista no eres tú. Para que Dios escriba tu historia, lo más importante en tu vida no eres tú, sino el Autor que quiere mostrarse a través de su obra maestra en tu vida. Lo más grande no es la historia de Abraham, sino ver a Dios en cada pedazo de Abraham; lo más grande no es Raab, Gedeón, David; lo más grande es saber cómo Dios estuvo en cada pedazo de la vida de David. Por eso es que, en la Biblia, el protagonista más grande es el Dios Todopoderoso que ha ido escribiendo la historia de la humanidad, y que todavía quiere escribir tu historia. Hasta que tú no te salgas del personaje principal, seguirás interpretando incorrectamente las cosas, estarás dándole significados incorrectos a tu vida, juzgando al que está a tu alrededor, deteniendo tu futuro, condenándote por el resto de tu vida porque ni tú mismo te perdonas las cosas que hace tiempo Dios ya te perdonó; las has querido borrar, pero lo que tienes que permitir es que Dios las reescriba con un nuevo final.

Quítate del camino. Lo más grande es que la gente sepa lo que Dios ha hecho contigo, que sepan cómo Dios ha tomado una familia disfuncional y les ha llevado a donde están hoy. La gente juzga y condena, pero no ven tu historia. Es fácil juzgar, pero comprende la historia y ve a Dios detrás de la historia. No nos damos cuenta, pero en la sociedad todo se mueve por historias. Nadie ve una pelea de boxeo por ver dos hombres peleando; lo que nos gusta es conocer la historia de los que están peleando; por eso nos crean la expectativa los meses anteriores, contándonos sus victorias y fracasos, de dónde vienen. El deporte no sería igual si tú no conocieras sus historias. No hay triunfo que tenga valor, si no conoces la historia.

Tu historia es digna de contar, de que alguien la oiga y de que Dios la termine de escribir. Pídele a Dios que sea el Autor, el Artista de tu vida; que te marque permanentemente como más nadie te ha marcado en tu vida, y que cuando todo termine, sea Él quien se lleve la gloria. Que la gente tenga que decir que en cada etapa de tu vida estuvo Dios y solo Dios.

(Ps. Otoniel Font).

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