Las Marcas de Tu Futuro...
¿Has visto alguien que se haya tatuado una estampa de su futuro? Por lo general, lo que la gente hace es marcar experiencias de su pasado. Esta analogía de los tatuajes físicos, nos sirve para hablar de los tatuajes que están en el corazón, las marcas permanentes que están en tu corazón, que determinan muchas cosas en tu vida. Cuando te vas a tatuar, tú tienes miles de memorias que tú puedes escoger, miles de eventos, pero tú escoges cuál tatuarte; la pregunta es si escoges la correcta.
El problema de muchos es que no escogen correctamente las marcas que deben llevar tatuadas en sus corazones, porque no proyectan el futuro que Dios tiene para ellos. Hay memorias que Dios quiere que se borren por completo, que desaparezcan de tu vida por completo. Dios quiere que las memorias que tú escojas recordar, no te recuerden únicamente tu pasado, sino que te proyecten el futuro que Él tiene para tu vida. Y no es hasta que tú aprendas a escoger esas historias, esos eventos, que realmente podrás formar tu futuro.
No tan solo tú escoges las memorias que van a marcar en tu cuerpo, sino que también tienes que saber escoger el artista que lo va a hacer. Si escoges un principiante, puede ser que te haga una marca que tú no quieres por el resto de tus días. Tienes que escoger la persona que sepa porque, cuando sales de ese lugar, no tan solo te llevas el tatuaje, sino también al artista por el resto de tus días. Has permitido que muchos marquen tu corazón, y todavía los llevas contigo, marcados en tu interior por el resto de tus días.
Créele a Dios que a tu vida va a llegar la gente correcta que te ayudará a vivir unas experiencias para lograr el futuro que Él tiene para ti. Tú tienes personas a tu alrededor que de alguna manera van a influenciar tu corazón. A veces, quisiéramos no estar rodeados de tanta gente, porque a veces nuestras complicaciones más grandes son por la gente a nuestro alrededor. Pensamos que es mejor solo que mal acompañado; pero eso lo dice el que no está solo; el que está solo dice que es mejor que alguien le acompañe.
El primer problema que Dios le resolvió al hombre fue uno de soledad. Cuando Dios crea al hombre, luego de entregarle todo, Dios dijo: Falta algo. Y le dio a Eva. La religión nos dice que todo lo que tú necesitas es a Dios, pero Dios mismo tuvo que darle a Adán a Eva; Dios se dio cuenta que Él no era todo lo que Adán necesitaba. Pero nosotros no somos lo suficientemente humildes para entender lo que Dios entendió desde un principio. Si Dios fuera religioso, le hubiera dicho a Adán: Esto es tú y yo solos por el resto de la vida, conmigo lo tienes todo. Pero Dios se dio cuenta que Él no le podía dar a Adán algo que Eva le podía dar. Dios te hizo tan igual a Él, que lo primero que te hizo desear fue compañía. Dios hizo al hombre para tener a alguien con quien Él compartir. Dios hizo el huerto del Edén y bajaba a caminar con Adán; y te hizo tan igual a Él, que el primer deseo del hombre fue compañía.
Dios le trae al hombre compañía, y esa compañera le trae conflictos porque en las relaciones siempre va a haber conflictos. Y en tu vida es igual. Tus papás deciden cuáles son tus primeros amigos, y estos tienen un efecto permanente en tu vida. Tiene que haber un momento donde tú comienzas a tomar la decisión de qué amigos vas a permitir que entren en tu corazón, al igual que tienes que escoger qué artista te va a tatuar tu cuerpo. Tú tienes que escoger quiénes son aquellos que están a tu alrededor, que tú les vas a permitir la entrada, para que ahora puedan hacer las marcas necesarias en tu corazón. Y muchas veces tus decisiones no honran la primera decisión que alguien tomó para darte vida.
Debes sentirte digno de que alguien tomó la decisión de dejarte vivir. Podemos juzgar a alguien que hace que una persona aborte, pero muchos de nosotros nacimos en circunstancias similares a las que oímos de otras personas, en familias pobres, disfuncionales, de padres jóvenes, de un matrimonio erróneo, bajo circunstancias en las que tus padres pudieron haber escogido que no nacieras; pudieron haber dado cualquiera de las razones que otra gente ha dado para tomar esa decisión, pero no lo hicieron; decidieron darte la oportunidad de la vida. Tú no decidiste vivir; alguien decidió por ti. La pregunta es si tú estás honrando la decisión que alguien tomó un día de dejarte vivir. ¿Tus decisiones hoy honran la decisión que alguien tomó de un día dejarte vivir?
Lo más triste es que muchas veces no nos damos cuenta del valor de lo que tenemos y no honramos con nuestras decisiones la decisión que alguien tomó de darnos una oportunidad de vida; no tan solo porque tengamos grandes éxitos, sino porque la vida que escogemos no es la más correcta. Nos rodeamos de la gente incorrecta, de personas que van marcando nuestros corazones, cuando lo primero que debe marcar tu corazón es saber que no importa dónde estén tu madre y tu padre hoy, te dieron una oportunidad que miles no tienen hoy. Te dieron la oportunidad de vivir y cada mañana, cada día que te levantes tú debes tomar una solo decisión: La de honrar esa decisión viviendo para la gloria de Dios, de hacer con tu vida lo mejor que puedas, y de escoger la gente que marcará el futuro de tu vida para siempre.
Te toca a ti saber escoger aquellos que marcarán tu vida y te ayudarán a alcanzar todo lo que Dios tiene para ti. Alguien decidió por ti para que tú vivieras; ahora tú decides cómo vas a vivir y con quién vas a vivir por el resto de tus días, y solo tú serás el responsable del futuro que obtendrás, basado en esa decisión.
(Ps. Otoniel Font).
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