Mantente firme y Preserva al que te rodea...

Veamos el contraste del Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento. Cuando los profetas del Antiguo Testamento hablaban, no le hablaban a las otras naciones, sino a Israel. Cuando profetizaban juicio, le hablaban a Israel. Profetizaron juicio sobre Egipto, pero era para sacar a Israel, y después de ahí, los profetas a quien le profetizaban juicio era a Israel porque Dios quería que la nación se comportara de una manera, que vivieran de una manera. En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo nunca pasa juicio sobre Roma, nunca condena a Roma, pero sí tiene que pasar todo su ministerio enseñándole a cada cristiano cómo vivir.

La función de la iglesia no es juzgar un gobierno o derrocarlo, sino llamar a cada individuo como creyente a vivir bajo los principios espirituales, morales; y aquellos que han sido llamados para gobernar dentro de nosotros, irán allí con la Biblia por dentro; y la Biblia y el Espíritu Santo regirán a través de ellos; pero el llamado principal de la iglesia es al individuo. El apóstol Pablo peleaba contra los religiosos, contra la gente en la iglesia, enseñándoles a comportarse. Él no trataba de imponerle nada del Evangelio al mundo; él trataba que los creyentes vivieran como creyentes dentro de la sociedad.

Y algunos pensarán que no podemos permitir que el gobierno esté sobre nosotros, pero lo que tenemos que definir es cuándo es que llegamos a ese punto. Porque sí en la Biblia hay espacio para desobediencia civil, pero no es por cualquier cosa porque el día que volvemos a la iglesia un brazo político, dañamos la verdadera misión que tenemos como creyentes, y pensamos que la solución para nuestro país viene de afuera hacia adentro, sin darnos cuenta que es de adentro hacia afuera. ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No viene de otro lugar.

Otra interpretación que puede sonar bonita es: la sal provoca sed. Y nosotros como cristianos tenemos que provocar sed de Cristo en los demás. Suena bonito, pero para tener sed tú no necesitas comer sal. La sal provoca sed, pero nadie busca comer sal para tener sed. La sed se da por sí sola por la actividad física.

Otros han tomado la sal como un elemento que purifica, tomando versos del Antiguo Testamento cuando el profeta echo sal y cambió las aguas amargas; y eso se hizo en un momento para algo en particular, pero la sal en aquellos tiempos no se veía de esa manera. Entendían la sal con un solo propósito: preservar de la corrupción un pedazo de carne. Se le echaba sal a la carne para preservar un poco más de tiempo aquello que se podía comer. No lo preservaría para toda la vida, pero la sal extendía el tiempo por el que podría ser usado.

Nosotros, por el carácter de Cristo en nosotros, preservamos esta Tierra de que la corrupción no invada todo este mundo. Si te mantienes firme sabiendo lo que eres, aun tus familiares, aunque no lo entiendan, ellos no están perdidos y gozan de la misericordia de Dios porque tú, con tu manera de vivir, provocas que la misericordia de Dios los preserve esperando un día que ellos reaccionen al Evangelio igual que tú has reaccionado. Dios los va preservando a través de tu testimonio hasta que llegue el momento donde un día también ellos le entreguen su corazón. Ese es el mensaje: que somos el contraste en esta sociedad.

Tú eres de esa gente que hace que esta ciudad se preserve, que la mente de tus niños y jóvenes se preserve, que haya un mensaje que te ayude a ver un balance y entender que hay algo diferente a lo que el mundo te ofrece. Todos somos influenciados por el mundo, por el pecado que está allá afuera, por pensamientos negativos, pero por el hecho de ser la sal de la tierra, por estar rodeados de gente que es sal, tus pensamientos se van cuidando y preservando cada día, tu vida se va preservando, Dios te va guardando. Antes, te hubieras ido a lo loco, hubieras hecho cualquier cosa, pero por causa de tener a alguien al lado tuyo que es sal, que cuando tú miras su carácter, te ayuda a preservarte.

Esa es nuestra misión. La misión, como la sal de la tierra, es detener el proceso de corrupción que hay en nuestras familias y en nuestra sociedad.

(Ps. Otoniel Font).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cambiar requiere una Comunidad honesta...

Aprende como ser Compasivo...

El Amor nos ayuda a enfrentar la Verdad...