Nuestros Deberes Cristianos con el prójimo...
TEXTO: ROMANOS 12:14-21 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Este día continuamos estudiando los deberes cristianos, es decir, la manera de cómo cada uno de nosotros debemos llevar a la práctica nuestro cristianismo en el diario vivir.
Este dia vamos a reflexionar sobre qué es lo que se necesita para que cada uno de nosotros podamos llevar a la práctica los deberes cristianos hacia nuestros prójimos, pues muchas veces parece muy complicado ponerlos en práctica y mucho más con aquellas personas que nos han tratado mal, que nos han dañado de alguna manera o que nos han hablado mal de nosotros.
VEAMOS EN EL TEXTO QUE ES LO QUE NECESITAMOS PARA PONER EN PRÁCTICA LOS DEBERES CRISTIANOS:
I) NECESITAMOS AMOR (VS 14-15) Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Verdaderamente solamente un corazón lleno del amor de nuestro Dios puede poner en práctica lo que nos dicen estos versículos, solamente teniendo un corazón lleno de amor podemos bendecir a los que nos persiguen, a los que nos critican, a los que nos ofenden, a los que se burlan, solamente por medio del amor podemos tener la capacidad de bendecir aún a los que nos maldicen.
Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó en el sermón del monte que el amor aun hacia aquellas personas que se nos vuelve complicado amarlas es lo que demuestra verdaderamente que somos hijos de Dios (Mateo 5:43-47) Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Y para que nosotros podamos lograr hacer esto la palabra de Dios nos enseña que nuestro Dios ha derramado de su amor en nuestros corazones para que nosotros también podamos amar de la forma como él nos ha amado a nosotros (Romanos 5:5) y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
El Señor también nos manda como un deber cristiano a gozarnos con los que se gozan y a llorar con los que lloran (Romanos 12:15) Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Solamente con un corazón lleno del amor de Dios podemos tener una verdadera alegría por las bendiciones de nuestros prójimos y un verdadero dolor y tristeza por el dolor de nuestro prójimo. Sin amor todo es fingimiento y envidia disfrazada, es por eso que la palabra de Dios nos dice que el amor tiene que ser sin fingimiento (Romanos 12:9) El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
II) NECESITAMOS HUMILDAD (ROMANOS 12:16) Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Verdaderamente la única forma de poder vivir en unidad, y en armonía con nuestros prójimos, sin sentirnos superiores a los demás, ni pensando que nuestra opinión es la única verdadera, y tener la capacidad de relacionarnos con todas las personas sin discriminar a nadie es por medio de la HUMILDAD.
Necesitamos tener un corazón humilde y sabio que verdaderamente nos permita tener un concepto real y honesto de nosotros mismos (Romanos 12:3) Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Necesitamos mucha humildad para reconocer que la grandeza de un cristiano está en seguir el ejemplo del Señor, estar dispuestos a servir a nuestros prójimos y no esperar o exigir ser servidos (Mateo 20:25-28) Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
III) NECESITAMOS BONDAD (ROMANOS 12:17-18) No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Nosotros como hijos de Dios tenemos que ser benignos para con nuestros prójimos,
Cuando nuestro corazón está lleno de bondad nuestra vida está enfocada en hacer lo bueno para nuestro prójimo, en no devolver mal por mal, sino al contrario, tener la capacidad de devolver lo bueno cuando nos han hecho lo malo, y de esa manera reflejar el amor y la misericordia de nuestro Padre Celestial.
Recordemos cuales son LOS CUATRO TIPOS DE REACCIONES que podemos tener ante las diferentes situaciones que vivimos:
- LA REACCIÓN NATURAL: Tratar mal al que nos trata mal, así como lo podemos ver aún en los animales, aunque sean mansos si los atacan reaccionan de forma violenta.
- LA REACCIÓN HUMANA O NORMAL: Tratar bien al que nos trata bien, es lo normal, lo que toda persona hace, aunque no tenga conocimiento de Dios.LA REACCIÓN DIABÓLICA: Tratar mal o pagar mal aun a los que nos han tratado bien y han sido bondadosos con nosotros, y esa maldad de corazón trae consecuencias espirituales a esas personas que obran de esa manera (Proverbios 17:13) El que da mal por bien, No se apartará el mal de su casa.
- LA REACCIÓN DIVINA O DE LOS HIJOS DE DIOS: Pagar con bien aun a los que nos han hecho mal (Mateo 5:44-45) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Tenemos que comprender que nosotros como hijos de Dios debemos reflejar la bondad de Dios que hay en nuestro corazón, y eso se refleja en nuestras palabras y en nuestras acciones (Lucas 6:45) El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
(Ps. Oscar Flores).
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