No desaproveches tu oportunidad...
TEXTO: MARCOS 10:46-50 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
En esta historia tan conocida podemos ver a un hombre ciego que verdaderamente nos da grandes lecciones para la vida de cada uno de nosotros que anhelamos recibir un milagro del Señor, que anhelamos un cambio para mejorar en nuestra vida, que deseamos salir de la situación difícil que estamos enfrentando pero no hacemos nada para cambiar nuestras situación.
Este hombre ciego llamado Bartimeo sabía que no podía desaprovechar la oportunidad de hablar con Jesús pues él sabía que solamente el Señor lo podía sanar, que solamente él lo podía restaurar con su poder.
Bartimeo clamó a Jesús dando gritos para que él lo escuchara, y con sus gritos logró hacer algo maravilloso, pudo hacer que Jesús lo mandara a llamar.
Ese llamado de Jesús no era para humillarlo, ni para regañarlo, sino para obrar un milagro en su vida, el llamado de Jesús para Bartimeo era para hacer devolverle la vista, era un llamado que le iba a cambiar por completo su vida.
Tenemos que comprender algo muy importante: A NOSOTROS TAMBIÉN NOS ESTÁ LLAMANDO EL SEÑOR. para restaurarnos, para bendecirnos, para ayudarnos, para sanarnos, para obrar maravillas en nosotros, lastimosamente muchas personas no valoran o no aprovechan esas oportunidades del llamado del Señor en sus vidas.
¿QUÉ NECESITAMOS PARA NO DESAPROVECHAR LA OPORTUNIDAD DEL LLAMADO DEL SEÑOR? (VS 49) Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
I) TENEMOS QUE TENER CONFIANZA (Hebreos 4:16) Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Tenemos que confiar en los planes y propósitos del Señor, tenemos que tener confianza en su amor y su misericordia para nuestra vida, Tenemos que acercarnos a él sin temor ni duda, sino en plena certidumbre de fe, con la seguridad de que en el trono de la gracia siempre encontramos perdón, misericordia y una nueva oportunidad para nuestra vida.
II) TENEMOS QUE LEVANTARNOS, ES DECIR, TENEMOS QUE TENER INICIATIVA Y SER DILIGENTES (Romanos 12:11) En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; Lastimosamente muchas de las oportunidades que Dios provee para nuestra vida se pierden porque no nos queremos esforzar, porque queremos que todo sea fácil, pero si queremos aprovechar las oportunidades del Señor tenemos levantarnos de nuestra comodidad, y tenemos que dejar nuestra zona de confort.
III) TENEMOS QUE ESTAR DISPUESTOS A SOLTAR AUN AQUELLAS COSAS QUE SON IMPORTANTES EN NUESTRA VIDA PARA RECIBIR LO QUE EL SEÑOR TIENE PARA NOSOTROS (Marcos 10:50) Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Bartimeo soltó su capa, su posesión más valiosa para dormir y descansar, para poder recibir la bendición que el Señor tenía para su vida, ¿que estamos dispuestos nosotros a soltar de nuestra vida para poder recibir lo que el Señor tiene para nosotros?
(Ps. Oscar Flores).
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