Escucha antes de Intentar Resolver cualquier Cosa...


“Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso”. Proverbios 18:13 (NTV).

Un problema de los humanos es que nos gusta resolver cosas. Cuando vemos un problema, rápidamente queremos brincar al cómo podemos resolverlo para poder proseguir adelante. Pero Dios quiere que seas sensible antes de ser un reparador. Él quiere que tú sientas el dolor de la otra persona antes de tratar de resolver el problema.

“Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso” Proverbios 18:13 (NTV).

Quizás a penas estés en una conversación cuando pienses, “Yo sé cómo solucionar esto”. Pero eso no es ser amoroso. A las personas no les importa lo que tú sabes hasta que sepan lo que les importas. Ellos quieren sentirse escuchados. Ellos quieren sentirse amados. Ellos quieren sentirse entendidos.

Hay sanidad en compartir. Tu oído es una herramienta sanadora que Dios puede usar si aprendes a escuchar sin tratar de corregir algo.

Cuando Jesús escucha que su amigo Lázaro está enfermo, se toma tres días en viajar lo que le hubiese tomado menos de un día. Para cuando Jesús llega, Lázaro ya está muerto. Sus hermanas están afligidas y le dicen a Jesús que, si hubiese llegado antes, Lázaro no hubiera muerto.

El retraso de Jesús puede parecer cruel, pero Él tiene un plan: Él no quiere sanar a Lázaro. Él quiere levantarlo de la muerte para mostrar que Él, Jesús, es el Hijo de Dios. Él ya sabía la solución aun antes de que Lázaro enfermara.

“Cuando Jesús la vio llorando y vio a la gente lamentándose con ella, se enojó en su interior y se conmovió profundamente. —¿Dónde lo pusieron? — les preguntó. Ellos le dijeron: —Señor, ven a verlo. Entonces Jesús lloró” Juan 11:33-35 (NTV).

Jesús no está inadvertido del dolor de ellos. Cuando Él ve a todos a su alrededor afligidos, Él lo refleja. Él se hace parte. Jesús conoce la solución, pero eso no evita de que Él comparta el dolor de ellos en su aflicción. Él comparte sus sentimientos, no su solución.

Quizás tú sepas la solución de algo, pero necesitas esperar. Si vas a convertirte en un gran oyente, tienes que escuchar los sentimientos de alguien y ver el dolor de esa persona.

Reflexiona sobre esto:

¿Cómo el compartir la aflicción de una persona la puede ayudar a sanar?
¿Cuándo sería un buen momento para compartir tus pensamientos sobre una solución con alguien que está en dolor o afligido?
¿Cuál es una forma de practicar la paciencia en tu vida?

(Ps. Rick Warren).

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