Por qué Hacer grandes preguntas te convierte en un Gran Oyente...

 

“Aunque el buen consejo esté en lo profundo del corazón, la persona con entendimiento lo extraerá”. Proverbios 20:5 (NTV).

Una de las señales más claras de un gran oyente es cuando alguien sabe cómo hacer preguntas abiertas.

Para involucrar realmente a alguien en la conversación, tienes que dejar de hacer preguntas que solo requieren una respuesta de “sí” o “no”. ¡Esas preguntas no te harán llegar a ninguna parte! En su lugar, tienes que empezar a hacer preguntas abiertas que permitan a alguien compartir realmente más allá de una respuesta de una sola palabra.

Por ejemplo, en lugar de preguntar: “¿Disfrutaste del concierto?”, podrías decir, “¿Cuál era tu parte favorita sobre el concierto?” Puede parecer un cambio sutil, pero hace toda la diferencia en cómo alguien se abre a ti y continúa la conversación.

Si realmente quieres profundizar en tus relaciones y entender mejor a tus hijos, cónyuge y amigos, entonces necesitas pensar más en cómo expresar tus preguntas.

Proverbios 20:5 dice: “Aunque el buen consejo esté en lo profundo del corazón, la persona con entendimiento lo extraerá” (NTV).

Hay una frase que te convertirá en un oyente maestro: “cuéntame más”. Tendrás que usarlo una y otra vez a medida que interactúes con todo tipo de personas a lo largo de tu vida.

Cuando la gente se abra a ti, no dejes que se detengan después de dos o tres frases. Cuando terminen, di: “Cuéntame más”. Luego, después de haber hablado unos minutos más: “Cuéntame más”. Entonces, justo cuando piensan que has terminado de escuchar: “Cuéntame más”. Cada vez que pides más, estás profundizando y permitiéndoles expresar más de sí mismos.

Puedes decirle a la gente que realmente te interesas en lo que tienen que decir, pero la mejor manera de mostrarles es pedir más. Les dice que estás interesado. Demuestra que estás prestando atención. ¡Y la atención es amor! Hacer preguntas abiertas muestra a las personas que estás dispuesto a darles tu tiempo, tu enfoque y tu amor para que puedan ser escuchadas y comprendidas.

Extrae del fondo del pozo. Hacerlo no solo mejora tus habilidades auditivas y conversaciones. También transforma tus relaciones.

Reflexiona sobre esto:

¿De qué manera puedes empezar a ser un mejor oyente esta semana?
¿Por qué la gente es tan a menudo indecisa en seguir diciendo “cuéntame más” en las conversaciones diarias?
¿De qué manera dar a la gente tu atención les muestra que los amas?

(Ps. Rick Warren).

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