La Respuesta de Dios para tu Temor...

 


“Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor… porque el amor perfecto expulsa todo temor”. 1 Juan 4:16, 18 (NTV).

He hablado con miles de personas acerca del por qué ellos no confían plenamente en Dios. Usualmente es una de tres cosas: Las personas tienen temor de que, si ellos dan su vida completamente a Dios, ellos perderán su libertad, ellos perderán su diversión y Dios los volverá en algún tipo de fanático religioso.

Nada de eso suena atractivo.

Al final de cuentas, las personas tienen temor. A pesar de todo Dios tiene una respuesta para nuestro temor de confiar en Él. La Biblia dice, “Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor… porque el amor perfecto expulsa todo temor” 1 Juan 4:16, 18 (NTV).

Dios te ama. Fuiste creado como un acto del amor de Dios. Una y otra vez en la Biblia, Dios lo deja claro. Dios te pensó y te creó para amarte y para que lo amaras.

La más grande expresión del amor de Dios es Jesús. Dios vino a la tierra en la forma de un ser humano para demostrarnos como es en realidad. Él entonces nos mostró cuanto nos ama al morir en la cruz.

La cruz nos dice que podemos confiar completamente en Dios. Podemos confiar nuestras vidas a Él, porque dio la vida de su hijo por nosotros.

Si Dios está diciendo la verdad en su Palabra, es porque Él te ama, tú sabes que Él no te quitará tu libertad o la diversión o convertirte en un fanático.

Dios no es un aguafiestas cósmico. Él es tu Padre Celestial.

Entre más conoces a Dios, más confías en Él.

Reflexiona sobre esto:

¿Qué es lo que más te asusta respecto a confiar completamente en Dios?
¿Cómo has visto que el temor se interponga en la fe en Dios de alguien más?
¿Por qué crees que el entender el amor de Dios nos ayuda a confiar más en Él?

(Ps. Rick Warren).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Fruto del Espíritu Santo...

Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios

Para Abrir Camino y Avanzar en tu vida, Mantén tu enfoque en Dios...