No Dejes a Dios Esperando...

 

“Así que el Señor esperará a que ustedes acudan a él para mostrarles su amor y su compasión. Pues el Señor es un Dios fiel. Benditos son los que esperan su ayuda”. Isaías 30:18 (NTV).

Dios anhela estar cerca de ti.

Si estás lejos de alguien a quien amas durante mucho tiempo, no puedes esperar para hablar con esa persona. Si no has estado cerca de Dios, Él no puede esperar a que hables con Él, porque te ama mucho. ¡Y siempre está disponible! Tiene un sistema de acceso directo las 24 horas, los 7 días de la semana. Nunca está desconectado. Puedes hablar con Él en cualquier momento del día.

¿Sabías que cada día que pasas sin orar y pasar tiempo con Dios y su Palabra, Dios te está esperando? Fuiste hecho para esto. Fuiste hecho para conocer a Dios y tener una relación con Él. El Señor espera que vengas a Él para que pueda mostrarte su amor y compasión. ¡Es toda la razón por la que existes!

Algunos padres conocen el dolor de un niño que no puede hablar por una razón física o emocional. Cuando los amas, pero no puedes tener una conversación con ellos, es un dolor en el corazón. Otros son padres de un niño que puede hablar, pero no lo hace. Han sido excluidos de la vida de sus hijos. Cuando anhelas una llamada telefónica que quizás nunca llegue, eso también es un dolor en el corazón.

Eso es lo que Dios siente por ti cuando no le hablas. ¿Pasas días o semanas sin compartir tu corazón, lo que sientes y lo que necesitas, tus dudas y miedos, tus altibajos? Cuando pasas tanto tiempo sin hablar con Él, Dios está pensando: “Yo te creé. Te amo. Quiero una relación contigo. ¿Por qué te alejas de mí?”

No te pierdas la oportunidad de hablar con el Dios que te creó. No te pusieron en este planeta para marcar cosas de tu lista de tareas pendientes. Fuiste puesto en este planeta para ser amado por Dios y aprender a amarlo a Él. Fuiste elegido para ser su hijo. Fuiste formado para su familia. Fuiste creado para el compañerismo.

Dios dice: “Quiero que demuestren amor, no que ofrezcan sacrificios. Más que ofrendas quemadas, quiero que me conozcan” Oseas 6:6 (NTV).

Dios está esperando que le hables. ¡No lo hagas esperar más!

Reflexiona sobre esto:

¿La oración se siente como una carga o una bendición para ti? ¿Por qué crees que te sientes así?
Intenta hablar con Dios como si estuvieras hablando con tus padres o tu mejor amigo sobre tu día. ¿Qué diferencia hace?
¿De qué manera conocer que el propósito de tu vida es amar a Dios y ser amado por Él cambia tus prioridades?

(Ps. Rick Warren).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Fruto del Espíritu Santo...

Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios

Para Abrir Camino y Avanzar en tu vida, Mantén tu enfoque en Dios...