Cómo Vivir una Vida Significativa...

 

“Había un hombre llamado Jabés, quien fue más honorable que cualquiera de sus hermanos… Él fue quien oró al Dios de Israel diciendo: «¡Ay, si tú me bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!»; y Dios le concedió lo que pidió”. 1 Crónicas 4:9-10 (NTV).

Todo ser humano está diseñado para la excelencia. Puedes sentirte ordinario, pero Dios te hizo para vivir una vida significativa.

La Biblia está llena de personas ordinarias que vivieron vidas extraordinarias porque creían que Dios obraría en ellos y a través de ellos. Creían que Dios los hizo con un propósito y tenía la intención de que cumplieran con éxito su misión.

Un ejemplo de esto es un hombre llamado Jabés. Dios le dio una mención de honor en 1 Crónicas, un libro de la Biblia que incluye nueve capítulos de genealogías. Justo en medio de esa larga lista de nombres, Dios destaca en dos versículos a Jabés, un tipo común y corriente.

La Biblia dice: “Había un hombre llamado Jabés, quien fue más honorable que cualquiera de sus hermanos… Él fue quien oró al Dios de Israel diciendo: «¡Ay, si tú me bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!»; y Dios le concedió lo que pidió”. 1 Crónicas 4:9-10 (NVI).

Esos dos versículos dan toda la información que tenemos sobre Jabés, pero revelan que vivió una vida que era cualquier cosa menos normal.

Jabés se destaca en su éxito por tres secretos. Veremos los dos primeros hoy.

Tenía una gran ambición. Mientras que muchas personas están contentas con ser promedio, Jabés quería que Dios hiciera algo significativo a través de él. No quería vivir a medias; quería una vida plena y significativa.

Jabés era ambicioso, pero, igual de importante, estaba motivado por las cosas correctas. ¿Cómo sabemos que los motivos de Jabés eran genuinos y no egoístas? Porque leemos: “Dios le concedió lo que pidió”. Dios nunca honrará una petición indigna.

Mucha gente simplemente va a la deriva por la vida. No tienen metas, ni un plan maestro, ni un propósito general. Como resultado, nunca van a ninguna parte. Si quieres vivir por encima del promedio, ¡sueña en grande! No estás destinado a pasar por la vida preguntándote: “¿Qué estoy haciendo? ¿A dónde voy?” Dios quiere que tengas una gran ambición, alimentada por el deseo de servirle.

Tenía una fe creciente. Jabés tenía una profunda confianza y creencia en Dios. No se menciona que tenga alguna habilidad o talento especial. La Biblia no dice que fuera rico o educado. Era simplemente un hombre común con una fe poco común.

Si hay algo en la vida que es más importante que la habilidad y el talento, es la fe. Conozco a muchas personas súper talentosas que están sentadas al margen mientras las personas que tienen fe están haciendo cosas grandes. Fe es creer que Dios obrará a través de ti.

¿Cómo salir de la mediocridad? Al igual que Jabés, obtienes una gran ambición y una fe creciente, y dependes de Dios para hacer lo imposible. El misionero William Carey dijo una vez: “Intenta grandes cosas para Dios y luego espera grandes cosas de Dios”.

Mañana veremos el tercer secreto que hizo que Jabés realmente se destacara: su genuina vida de oración.

Reflexiona sobre esto:

¿Qué gran sueño o meta quieres pedirle a Dios que haga realidad?
¿Por qué son tan importantes tus motivos para alcanzar una meta o un sueño?
¿Confías más en tus habilidades y talentos para alcanzar tus metas o en Dios? ¿Qué paso puedes dar hoy para mostrar una mayor dependencia de Dios?

(Rick Warren).

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