La Oración Persistente Revela tus Prioridades...

 


“Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten”. Mateo 6:32-33 (NTV).

Cuando oras por algo más de una vez, no estás convenciendo a Dios para que lo haga. ¡Él ya está esperando para dártelo! Solo quiere saber qué es realmente importante para ti.

Orar persistentemente pone a prueba tus prioridades. Si no vale la pena orar repetidamente, entonces no es una prioridad.

¿Quieres saber qué es importante para ti? Es lo que más te preocupa. La preocupación te dice lo que es importante en tu vida. Si te preocupas por eso, es importante para ti. Si no te preocupas por eso, entonces o se lo has confiado a Dios, o no es tan importante para ti.

Cada vez que comiences a preocuparte, debes detenerte y convertir la preocupación en una oración. Si oraras por todo lo que te preocupa, tendrías mucho menos de qué preocuparte. La preocupación no cambiará nada. ¡Pero la oración puede cambiarlo todo!

Jesús dice en el Sermón de la Montaña: “Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten” Mateo 6:32-33 (NTV).

Cuando tus prioridades son correctas, la respuesta de Dios es “sí”. Él te dará todo lo que necesitas si tu primera preocupación es vivir para Su Reino.

Es posible que estés diciendo: “Estoy esperando que Dios responda esta oración”. ¿Estás esperando en Dios, o Él está esperando por ti? Tal vez quiera poner a prueba tus deseos y prioridades. Quiere saber qué es lo más importante en tu vida antes de darte una respuesta.

La Biblia promete: “El Señor no negará ningún bien a quienes hacen lo que es correcto” Salmo 84:11 (NTV).

Cuando vives para Jesús, cuando le prestas atención y te mantienes conectado en oración con Él, entonces te dará lo que tu corazón desea.

¡Dios no retendrá nada de su bondad!

Reflexiona sobre esto:

¿Qué está fuera de orden en tu vida en este momento? Por ejemplo, ¿cuánto tiempo estás pasando en la Palabra de Dios? ¿Cómo se compara eso con el tiempo que pasas en las redes sociales o mirando televisión?
¿Cuáles deberían ser tus deseos si tu primera prioridad es el reino de Dios?
¿Cuál es una pequeña manera en que puedes comenzar hoy a hacer un hábito de oración persistente?

(Ps. Rick Warren).

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