¿Estás Enfocado solo en Ti o Enfocado en Dios?
“No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7 (DHH).
¿Cuál será el centro de tu vida?
En otras palabras, ¿para quién o para qué vas a vivir? Hay muchas opciones. Puedes centrar tu vida en torno a una carrera, un deporte, una afición, ganar dinero o divertirte.
No hay nada malo con cualquiera de estas cosas. Todas estas opciones están bien, pero a la vez todas estas cosas son una pésima opción para escogerlas como centro de tu vida. Necesitas algo en el centro de tu vida que sea absolutamente inmutable, que nunca nadie te lo pueda quitar. Porque si es algo que puedas perder, perderás tu seguridad. Siempre estarás bajo estrés. Necesitas algo que sea inmutable y seguro.
Una de las maneras de saber que Jesús está en el centro de tu vida es que te preocupas menos. Cada vez que empiezas a preocuparte, debería ser una bandera roja, una señal de advertencia que dice: “He permitido que alguien o algo se convierta en el centro de mi vida en lugar de Dios”. Puedes hacer que una persona sea el centro de tu vida, y estarás bajo estrés porque sabes que esa persona puede salir de tu vida en cualquier momento o puede morir o enfermarse.
Únicamente hay algo que puedes poner en el centro de tu vida que nunca cambiará y que es lo suficientemente fuerte como para sostenerte a lo largo de la vida: Jesucristo.
Hace años, solía tener uno de esos juguetes llamado “Super Balls”. Al rebotar en el suelo, rebotaba a 30 o 40 pies de altura. ¿Por qué? Debido a que el centro del Super Ball era un núcleo sólido fuertemente compactado, esto era lo que le daba su capacidad de rebotar.
Cuando el núcleo sólido en tu vida es Dios, tienes la capacidad de rebotar. Te recuperas del estrés más rápido; te recuperas de los problemas más rápido; te recuperas más rápido del dolor; te recuperas de las crisis aún más rápido. Si tienes algo sólido en tu vida que no cambia, te vas a preocupar mucho menos.
La Biblia dice en Filipenses 4: 6-7: “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús” (DHH).
Reflexiona sobre esto:
¿En qué piensas la mayoría del tiempo? ¿Qué dice esto acerca de tus prioridades?
¿Por qué crees que es más fácil recuperarse de la adversidad cuando tu vida se centra en Jesús?
(Ps. Rick Warren).
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