Haz Menos, y Confía Más en Dios...

 


“Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos”. 2 Corintios 1:8b-9 (NTV).

El último paso para crear más margen en tu vida es hacer menos y confiar más en Dios.

¿Por qué deberías hacerlo? Porque Dios puede hacer más en 20 minutos que tú en 20 años.

Algunos de ustedes han tenido algunas metas y sueños por los que se han estado esforzando, luchando, trabajando, corriendo año tras año, y todavía no han logrado cumplirlos. ¿Por qué no retrocedes un poco? Relájate. Cálmate. Confía en Dios. Mira lo que Él puede hacer. Él puede hacerlo mucho más rápido y mucho mejor que tú.

El único beneficio de estar estresado y sobrecargado es que te obliga a confiar en Dios. Te pone de rodillas y te das cuenta de que estás contra la pared, sin fuerzas, sin energía.

Una vez que el apóstol Pablo llegó al agotamiento. Estaba en Asia, trabajando y sirviendo. Ya estaba listo para ¡tirar la toalla!

Dice en 2 Corintios 1:8-9: “Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos” 2 Corintios 1:8b-9 (NTV).

Dios puede hacer lo que tú no puedes hacer. Jesús no dijo: “Si estás ocupado, puedes mover montañas”. No dijo: “Si trabajas muy duro y te estresas mucho, puedes mover una montaña”. Dijo que si tienes fe, puedes mover montañas (Mateo 17:20). La fe, no el afán, es lo que obra.

Entonces, ¿cuál es tu montaña? ¿Cuál es el problema de tu vida que necesitas mover? ¡Deja de hacer tanto! Haz menos y confía más en Dios.

Ora así hoy:

“Padre, he vivido sin margen en mi vida durante tanto tiempo, que apenas recuerdo lo que es no sentir fatiga o presión todo el tiempo. Creo que la fatiga es la forma normal en que debo vivir y sentirme, pero no es así. Estoy cansado de ir con prisas, llegar tarde y estar agotado todo el tiempo. Tengo demasiados hierros en el fuego y necesito tu ayuda para salir del lío en el que me he metido. Ayúdame a reconocer y aceptar mis limitaciones. Ayúdame a poner espacio en mi agenda. Necesito un respiro y margen en mi vida. Jesucristo, sé que no puedo hacerlo todo, y necesito tu sabiduría para decidir qué es lo que más me importa y lo que debo hacer. No quiero malgastar mi vida. Por favor, dame el valor para decir “no” a las cosas equivocadas y “sí” a las cosas correctas. Sobre todo, ayúdame a confiar en ti. Perdóname por pensar y actuar como si todo dependiera de mí. No es así. Todo depende de ti. Quiero tener más fe en ti y menos confianza en mí mismo. Quiero menos estrés y más margen en mi vida. En tu nombre te lo pido. Amén”.

(Ps. Rick Warren).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Fruto del Espíritu Santo...

Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios

Para Abrir Camino y Avanzar en tu vida, Mantén tu enfoque en Dios...