¿Por qué es tan difícil cambiar las cosas que No nos Gustan?

 

“Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad”. 1 Juan 1:8 (NTV).

Todos tenemos defectos. Todos tenemos partes de nuestra vida que simplemente no funcionan. Ninguno de nosotros tenemos la medida de un estándar de perfección. Pretender que lo tienes todo cuando todo el mundo sabe que no lo tienes, es tonto. De hecho, la Biblia nos dice que eso es autoengaño.

Nunca serás libre de pecado en este planeta, pero es posible pecar menos. ¿Por qué es tan difícil cambiar en nosotros las cosas que realmente no nos gustan?Porque hemos tenido nuestros defectos mucho tiempo.

Algunos de nuestros patrones destructivos fueron desarrollados en la infancia, tal vez es la resistencia a un dolor o como una forma de afrontar el estrés. Estos defectos pueden ser contraproducentes, ¡pero al menos estás familiarizado!Porque nos vemos reflejados en nuestros defectos.

A menudo confundimos nuestra identidad con nuestros defectos. Cuando te ves conectado con tus defectos, te fijas en perpetuarlos. Porque nuestros defectos tienen una recompensa.

Cualquier cosa que es recompensada se vuelve repetitiva. La recompensa por los defectos que tienes en tu vida puede ser ocultar tu dolor, encubrir el temor, tener una excusa para fallar o compensar la culpa.

Porque satanás nos desalienta.
Una vez que comiences a trabajar con algo en tu vida que quieres cambiar, satanás comienza a decirte: “¿Quién te crees que eres? Tú nunca vas a cambiar. No has sido capaz de cambiar en el pasado. ¿Crees que vas a ser capaz de cambiar ahora? Es inútil. No va a funcionar. Esos temores son plantados en tu mente por el mismo Diablo.

Estas cosas nos impiden cambiar las heridas, hábitos y obsesiones que sabemos que son poco saludables.

Entonces, ¿qué patrones necesito cambiar en mi vida que realmente no me gustan de mí?

“Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo. Así que dejen de decir mentiras. Digamos siempre la verdad a todos porque nosotros somos miembros de un mismo cuerpo. Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo” Efesios 4:21-27 (NTV).

Reflexiona sobre esto:

¿Alguna vez has tratado de cambiar un mal hábito en el pasado y te sentiste desalentado? ¿Por qué crees que te sentiste de esa manera? ¿Cómo respondiste?
¿Qué defecto se perpetúa por pensar que es parte de tu maquillaje? Trata de cambiar tu forma de pensar: En lugar de decir: “trabajo demasiado” di: “soy un adicto al trabajo”. En lugar de decir: “Soy un perezoso” di: “Tengo la tendencia a posponer las cosas”.

(Ps. Rick Warren).

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