Centra tu Atención en las personas que quieren Ayudar...

 

“De hecho, Santiago, Pedro y Juan —quienes eran considerados pilares de la iglesia— reconocieron el don que Dios me había dado y nos aceptaron a Bernabé y a mí como sus colegas. Nos animaron a seguir predicando a los gentiles mientras ellos continuaban su tarea con los judíos”. Gálatas 2:9 (NTV)

No todo el mundo querrá formar parte de los planes que Dios te ha dado, y eso está bien. Sigue amando a todos, pero invierte sólo en los que estén dispuestos.

En otras palabras, concéntrate en aquellos que quieren ayudarte. Esa fue la estrategia de Jesús. Él amaba a todos; alimentó a los 5.000 y predicó a la multitud. Pero solo entrenó a 70, discipuló a 12 y fue mentor de tres. Su enfoque se fortaleció con menos personas.

Las tres personas a las que Jesús guió fueron Pedro, Santiago y Juan. Solo Pedro, Santiago y Juan subieron al Monte de la Transfiguración. Solo Pedro, Santiago y Juan fueron llevados al Huerto de Getsemaní “yendo un poco más allá” Mateo 26:39 (NVI) para orar con Jesús. Y solo Pedro, Santiago y Juan presenciaron la sanidad de la suegra de Pedro.

¿Estaba Jesús teniendo favoritos? Sí. Estaba invirtiendo la máxima cantidad de tiempo con aquellos que cargarían con la máxima responsabilidad. Y su estrategia funcionó. Más adelante en la Biblia, en el libro de Gálatas, Pablo llama a Pedro, Santiago y Juan, “quienes eran considerados pilares de la iglesia” Gálatas 2:9 (NTV).

Pero no todos querían ser parte de la misión de Jesús. Tenía un desertor llamado Judas, uno de sus 12 discípulos. Aunque la traición de Judas causó un daño enorme, Jesús mantuvo su enfoque en los 11 hombres fieles, no en el infiel.

Algunas personas en tu vida te decepcionarán o te traicionarán. Cuando esto suceda, recuerda: no pierdas el tiempo juzgándolos. La Biblia dice: “¿Por qué, entonces, juzgas a otro creyente? ¿Por qué menosprecias a otro creyente? Recuerda que todos estaremos delante del tribunal de Dios” Romanos 14:10 (NTV). Ellos son responsables ante Dios, no ante ti.

Nehemías no perdió el tiempo juzgando a las personas que lo defraudaron. Cuando los nobles del pueblo de Tecoa no ayudaron a reconstruir su sección de los muros de Jerusalén, Nehemías dijo: “Sus líderes se negaron a trabajar con los supervisores de la construcción” Nehemías 3:5 (NTV). Eso es todo lo que dijo. Nehemías no especuló ni trató de adivinar su motivación. Sabía que el tiempo dedicado a juzgarlos sería una pérdida de tiempo.

Cuando alguien se niega a ayudarte a lograr lo que Dios te ha llamado a hacer, no te preocupes por eso. Solo deja que Dios sea Dios y mantén tu enfoque en las personas que quieren ayudar.

Reflexiona sobre esto:

¿Quién ha invertido en ti porque apoyaste sus sueños y metas? ¿Qué lograron juntos?

¿Cómo te alienta saber que incluso Jesús tuvo personas que no lo apoyaron, sin embargo logró el acto más grande de todos los tiempos, Él “llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz” 1 Pedro 2:24 (DHH)?

¿De qué manera te cuesta amar a quienes no te apoyan?

(Ps. Rick Warren).