No Dejes de Soñar Sueños Grandes...

 


“Que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros”. Efesios 3:20 (NTV).

Dios regala a cada uno sueños diferentes para que todos sus propósitos se cumplan en el mundo. Es por eso por lo que te apasionan algunas cosas y te importan menos otras. Dios te creó para ser tú. Y eres responsable de cumplir con el sueño que te dio.

Pero ¿cómo sabes si tu sueño es de Dios? Hay dos maneras de saberlo. Uno, un sueño dado por Dios de alguna manera ayudará a otros; no será egocéntrico. Y, dos, un sueño que Dios te dé será tan grande que no podrás lograrlo por tu propia fuerza. Es como si Dios dijera: “El sueño que tengo para ti es tan grande que estás destinado a fracasar si no dependes de mí”.

Muchas personas se abstienen de tener grandes sueños, y con frecuencia los escuchará decir una de estas tres cosas:“No tengo sueños porque me dan temor”. Bueno, por supuesto que dan temor. Por eso los sueños requieren fe. Cada decisión importante que tomé en más de 40 años como pastor de la Iglesia Saddleback, me dieron tremendo terror. Es por eso, que desde hace mucho tiempo, decidí no basar mi vida en el temor y, en cambio, simplemente hacer lo que más temo.

Eso es valor. Si no tienes temor, no necesitas valor. El valor no es la ausencia del temor. El valor es cuando haces lo que sabes que Dios te ha dicho que hagas, aunque sientas un gran temor.“No voy tras mi sueño porque no tengo paz al respecto”. La verdad es que no vas a tener paz acerca de un sueño hasta que des el primer paso hacia él. Dios no te da la paz que necesitas antes de dar el paso. Por supuesto que tienes temores, pero cuando te metes en el agua y ves que las olas vienes pero se van de nuevo, llega la paz.
“Solía ​​tener un sueño, pero nunca sucedió”. Si Dios te ha dado un sueño y aún no se ha hecho realidad, no te desesperes. Siempre hay un retraso entre el sueño y la realización. De hecho, los retrasos son parte del viaje porque Dios los usa para edificar tu fe. El tiempo de Dios siempre es perfecto.

La Biblia dice: “Que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros” Efesios 3:20 (NTV).

Dios usa tus sueños, los sueños aterradores, los sueños sobre los que no tienes paz y los sueños que aún no han sucedido, ¡para hacer crecer tu fe y hacer grandes cosas!

Reflexiona sobre esto:

¿Cuál de las tres afirmaciones sobre los sueños has dicho antes?
¿Qué te apasiona? ¿Cómo han reflejado tus pasiones los sueños que Dios te ha dado?
¿Alguna vez has tenido sueños egocéntricos? ¿Qué ha resultado de esos sueños?

(Ps. Rick Warren).

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