La Comunidad es la Respuesta de Dios a la derrota...

 


“Con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás”. Filipenses 2:3-4 (NVI)

Cada uno de nosotros necesita a otras personas que velen por nosotros, que nos defiendan, nos protejan y nos ayuden a mantenernos en el buen camino. En el libro de Filipenses, el apóstol Pablo nos dice que debemos velar por los intereses de los demás, no sólo por los nuestros. ¡Qué versículo tan contracultural! En muchas culturas actuales, toda gira en torno a mí: mis necesidades, mis intereses, mis deseos y mis ambiciones. Pero Pablo nos enseña a velar también por los demás.

Muchos de nosotros conocemos los peligros físicos que a veces nos amenazan a nosotros y a las personas que nos rodean, pero ¿sabías que también tienes un enemigo espiritual, mucho más destructivo que cualquier ser humano? Se llama Satanás y quiere derrotarte. Quiere traer problemas a tu vida, arruinar tus relaciones y lastimarte tanto como pueda.

¿Por qué quiere hacerte daño? Porque quiere herir a Dios, pero no puede, y por eso va tras los hijos de Dios. Solo, nunca ganaras contra Satanás. Pero cuando tienes a otras personas que te cuidan y te ayudan, puedes salir victorioso.

He aquí un buen consejo de Eclesiastés 4:12: “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!” (NVI).

¿Alguien te cubre las espaldas? ¿Hay alguien que te defienda y vele por tu bienestar espiritual? Necesitas una comunidad de personas que te digan: «Estaremos contigo cuando pases por momentos difíciles. No vamos a dejar que te desanimes o te deprimas».

La comunidad es la respuesta de Dios a la derrota. Eclesiastés 4:10 dice: “Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!” (NVI).

Recuerda: puedes intentarlo, pero no puedes vivir bien la vida tú solo. Todos necesitamos que otras personas caminen con nosotros, trabajen con nosotros y velen por nosotros.

No tienes que cuidarte las espaldas porque tienes a la familia de Dios a tu alrededor. Cuando dependas de ellos, te mantendrás firme en la fe y la verdad.

Reflexiona sobre esto:
  • ¿Quién te cubre las espaldas o te cuida?
  • ¿Cómo muestran esas personas su preocupación por tu desarrollo espiritual y tu seguridad? ¿Cómo puedes mostrar la misma preocupación por otros creyentes?
  • ¿De qué manera has visto el poder de la comunidad para derrotar los ataques de Satanás?
(Ps. Rick Warren).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cambiar requiere una Comunidad honesta...

Aprende como ser Compasivo...

El Amor nos ayuda a enfrentar la Verdad...