Vayan Juntos a una Misión...
“Están firmes y unidos en un mismo espíritu y propósito, luchando juntos por la fe, es decir, la Buena Noticia”. Filipenses 1:27 (NTV)
Fuiste hecho para una misión. Dios quiere que compartas Su amor con otras personas —tus amigos, familiares y las personas con las que trabajas— que no pertenecen a su familia.
¿Por qué quiere que hagas esto? Porque Dios quiere que todos en Su familia. Dios no creó a ninguna persona a la que no ame y para la cual no tenga un propósito. Dios nunca creó a una persona por la cual Jesús no haya muerto. Así que Dios quiere que compartamos esas Buenas Noticias.
Pero no estás solo. Dios quiere que vayas en misión con otras personas. Filipenses 1:27 dice, “Están firmes y unidos en un mismo espíritu y propósito, luchando juntos por la fe, es decir, la Buena Noticia” (NTV).
¿Cómo compartes con tus amigos que Dios los ama? ¿Y cómo lo haces en compañía con otras personas? Lo haces a través de tu grupo pequeño.
Primero, oran juntos. Le pides a los miembros de tu grupo pequeño que oren por tus amigos que no tienen una relación con Dios. No puedes forzar a nadie a tener una relación con Dios, pero puedes orar por ellos. Tus amigos pueden rechazar tus argumentos o se pueden negar a escuchar tu lógica. Pero están indefensos contra tus oraciones. Van derecho a sus corazones.
La Biblia dice en Colosenses 4:3, “Oren también por nosotros, para que el Señor nos abra las puertas y prediquemos la palabra” (RVC).
Cuando oras por oportunidades, ¿sabes lo que pasa? ¡Comienzas a ver oportunidades por todas partes! La oración te pone alerta. Cuando comienzas a orar por tu familia, comienzas a ver las necesidades de tu familia. Cuando comienzas a orar por tus compañeros de trabajo, comienzas a preocuparte por ellos.
Y, al comenzar a conocer mejor a las personas que te rodean, comienzas a apelar por un mismo interés y creas oportunidades para compartir el Evangelio con ellos.
“Antes de compartir las Buenas Nuevas con otros, es importante establecer una relación con ellos. ¿Cuáles son sus experiencias comunes, intereses o necesidades? Habla con las personas de tu grupo pequeño sobre las cosas que les gusta hacer, y luego pregunta: ‘¿A quién conocemos que también disfrute esto y aún no sea creyente? ¿Quién puede invitarlo a acompañarnos?'”.
En la Iglesia de Saddleback hay un grupo pequeño donde todos son fanáticos del equipo de futbol de San Diego. Cada uno del grupo compró entradas para los partidos de este equipo en la temporada. Y juntos compraron dos entradas extras. Cada vez que van a un partido, invitan a dos personas nuevas a ir con ellos, y al final les dicen, “¿Lo disfrutaste? Este mismo grupo se junta los jueves en la noche en la casa de Bob. ¿Te gustaría acompañarnos?”.
Dios va a proveerte de oportunidades e ideas como éstas. Comienza a orar por ello en tu grupo pequeño, y abre tus ojos a las personas a tu alrededor con quienes puedes servir juntos.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son los beneficios de evangelizar en grupo?
- ¿Cómo pueden las personas reaccionar diferente al invitarlas a la iglesia o a un grupo pequeño cuando estás en un ambiente que es familiar y confortable para ellos?
- ¿Por quién en tu familia, amigos o compañeros de trabajo te está guiando a orar Dios? ¿Cómo puedes conocer mejor a esa o esas personas apelando a sus intereses en común?
(Ps. Rick Warren).
Comentarios
Publicar un comentario