La Misión de ser Embajadoras del Diseño Divino...

 

Como mujeres creadas a la imagen de Dios, tenemos una misión especial que trasciende nuestras actividades diarias: ser embajadoras de Su diseño divino. En Mujer Verdadera 101, Mary Kassian y Nancy DeMoss Wolgemuth nos desafían a comprender que cada aspecto de nuestra vida refleja el propósito y la gloria de Dios. 2 Corintios 5:20 nos recuerda que como creyentes somos "embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros". Esta responsabilidad implica representar a Cristo en todos los aspectos de nuestra vida, incluidos nuestros roles como mujeres dentro de la familia, la iglesia y la sociedad.

La misión de ser embajadoras del diseño divino requiere que entendamos y vivamos conforme a los principios establecidos por Dios. El mundo, con sus valores y normas cambiantes, ofrece muchas alternativas a lo que Dios ha diseñado, pero como embajadoras, estamos llamadas a ser modelos de Su verdad, amor y justicia. Esto significa que nuestras palabras, acciones y actitudes deben reflejar la sabiduría y el carácter de Dios, mostrando al mundo que hay un propósito divino detrás de cada papel que desempeñamos. Al vivir de esta manera, no solo mostramos el plan perfecto de Dios para nuestras vidas, sino que también invitamos a otros a conocerlo.

Ser embajadoras del diseño divino también implica ser defensoras de los valores del Reino de Dios en un mundo que a menudo desafía esos valores. Nuestra misión no es solo personal, sino también colectiva: como mujeres de fe, estamos llamadas a influir en las generaciones futuras y en nuestra comunidad, enseñando a otros el verdadero valor de vivir según el propósito de Dios. Esto es especialmente relevante en un mundo que tiende a desvirtuar el papel y la identidad de la mujer. Como mujeres embajadoras, tenemos la responsabilidad de ser testigos de la dignidad, el valor y el propósito que Dios les otorga a todas las mujeres, mostrando el diseño divino con gozo y convicción.

Finalmente, ser embajadoras del diseño divino implica una constante dependencia de Dios para poder cumplir con esta misión. Como se enseña en el libro Mujer Verdadera 101, no podemos ser fieles a nuestro llamado sin la ayuda y guía del Espíritu Santo. Necesitamos orar, estudiar la Palabra de Dios y vivir en comunidad para ser constantemente fortalecidas en nuestra misión. Al hacerlo, podemos impactar el mundo para Cristo, haciendo visible Su reino y demostrando que vivir según el diseño divino no solo es posible, sino que es la mejor forma de experimentar la plenitud de la vida que Dios ha preparado para nosotras.

Reflexiona sobre esto:
  • ¿Cómo puedes representar a Cristo mejor en tu vida diaria como mujer?
  • ¿Qué cambios puedes hacer para ser una embajadora más fiel del diseño divino en tu familia y comunidad?
Aplicaciones prácticas:
  • Haz un compromiso diario de orar por sabiduría y guía para vivir como embajadora del diseño divino en tu hogar y entorno.
  • Comparte con otras mujeres en tu iglesia o comunidad el propósito divino de Dios para la mujer, alentándolas a vivir conforme a ese diseño.
(Inspirado en el Libro Mujer Verdadera 101 de Mary Kassian y Nancy DeMoss Wolgemuth).

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