Postulado 1: Dios es el Creador y Sustentador de todas las cosas.

 

¿Qué impacto tendría en tu vida diaria reconocer que cada detalle de tu ser y del mundo que te rodea proviene de un Creador perfecto? Este principio, que puede parecer sencillo, transforma nuestra manera de vivir, pensar y relacionarnos.

El primer postulado del Manifiesto Mujer Verdadera nos recuerda una verdad fundamental: Dios es el Creador y Sustentador de todas las cosas. Génesis 1:1 afirma: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra." Este reconocimiento pone a Dios como la fuente de nuestra existencia y el propósito de nuestras vidas. No somos producto del azar ni de nuestras propias fuerzas, sino de un diseño intencional y amoroso.

Cuando entendemos a Dios como nuestro Creador, encontramos descanso en Su soberanía. Él no solo creó el universo, sino que también sostiene nuestra vida cada día (Colosenses 1:16-17). Esto nos invita a confiar plenamente en Su cuidado, adorarlo por Su grandeza y vivir con gratitud.

Preguntas Reflexivas:
¿Cómo cambiaría tu perspectiva diaria si realmente vivieras creyendo que Dios es el Creador y Sustentador de todas las cosas?
¿Qué áreas de tu vida necesitan ser rendidas a Dios como una expresión de confianza en Su diseño perfecto?

Aplicaciones prácticas:
Dedica tiempo esta semana para contemplar la creación: observa la naturaleza, reflexiona en el diseño del cuerpo humano, o medita en Su obra en tu vida. Hazlo con gratitud y adoración.
Escribe una oración agradeciendo a Dios por ser tu Creador y pidiendo Su guía para alinear tus planes con Su propósito.

Conclusión:
Reconocer a Dios como Creador es el primer paso para vivir conforme a Su diseño. Es una invitación a rendirnos ante Su majestad y confiar en Su cuidado. Como dice el Salmo 139:14: "Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien." Que esta verdad sea el fundamento de tu identidad y de cómo enfrentas cada día.

(Inspirado en El Manifiesto Mujer Verdadera de Mary Kassian y Nancy DeMoss Wolgemuth).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Fruto del Espíritu Santo...

Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios

Aprende como ser Compasivo...