Seis pasos para tomar Decisiones Bíblicas...
“Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo”. Proverbios 28:26 (NVI).
Dios le dio a Moisés el sueño de liberar a los hijos de Israel de 400 años de esclavitud,
Pero para hacerlo, Moisés tuvo que tomar la decisión de enfrentar al faraón. Dios le dio a Noé el sueño de salvar al mundo de la inundación, para hacerlo Noé tuvo que tomar la decisión de construir el arca. Dios le dio el sueño a Abraham, de construir una nueva nación, pero para hacerlo Abraham tuvo que tomar la decisión de dejar todo lo que tenía e ir hacia lo desconocido.
Al igual que estos hombres, nunca te darás cuenta del sueño que Dios tiene para tu vida hasta que llegue el momento de tomar decisiones y dar un paso de fe. Sea en el área de tu carrera, tu matrimonio, tus finanzas, tu salud o tus hijos, existe un plan muy simple que te llevará a tomar decisiones bíblicas que te mantendrá en el camino hacia la búsqueda del sueño que Dios tiene para tu vida.
- Ora por dirección.
Antes de cualquier cosa, obtén la perspectiva de Dios en el tema. “Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo” Proverbios 28:26 (NVI).
- Entérate sobre la realidad.
No hay contradicción entre la fe y los hechos reales. Averigua todo lo que puedas antes de tomar una decisión. Proverbios 13:16 dice: “El prudente actúa con cordura, pero el necio se jacta de su necedad” (NVI).
- Pide consejo.
Habla con alguien que haya tomado una decisión similar a la que estás a punto de tomar y habla con amigos que conocen tus debilidades “La guerra se hace con buena estrategia; la victoria se alcanza con muchos consejeros” Proverbios 24:6 (NVI).
- Calcula el costo.
Cada decisión tiene un precio; te costará tiempo, dinero, energía, reputación, talentos y recursos. Proverbios 20:25 dice “No te acorrales al hacer una promesa apresurada a Dios y calcular el costo después” (NTV). Cuando la gente te presione para que tomes una decisión, está bien decir: ” Déjame pensarlo, te responderé luego”. Es más importante hacer una sabia decisión que una decisión rápida.
- Prepárate para los problemas.
En la fe, siempre espera lo mejor. Espera que Dios obre en tu vida. Pero también prepararte para los problemas que vienen con cada decisión. Salomón dijo en Proverbios 22:3: “El hombre prudente ve el peligro y se protege; el imprudente ciegamente avanza y sufre las consecuencias” (NBV).
- Hazle frente a tus temores.
El perfeccionismo paraliza cualquier potencial. Dios ha usado siempre a gente imperfecta en situaciones imperfectas para obtener Su voluntad. Eclesiastés 11:4 dice: “El que mira al viento, no siembra, y el que mira a las nubes, no cosecha” (DHH).
Reflexiona sobre esto:
¿Por qué crees que dudamos tanto antes de pedirle a Dios por la dirección que debemos tomar cuando hay grandes decisiones?
¿Cuál es la diferencia entre dar un paso de fe y seguir los pasos bíblicos para tomar decisiones sabias?
¿Cuál de estos pasos es el más difícil para ti? Ora y pídele a Dios que te ayude a confiar en Él en cada paso de tu camino de fe.
(Ps. Rick Warren).
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