Cuando entendemos quién es Jesús...

¿Quién es Jesús?

Esta es una pregunta que todo cristiano debería poder contestar sin titubear. Sin embargo, muchos creyentes no se sienten capaces de explicar quién es Cristo. Han sido salvos y bautizados, asisten al templo regularmente y apoyan los ministerios de la iglesia. Pero si alguien les pregunta quién es Cristo, no saben cómo responder. Debido a que el mundo está lleno de diversas opiniones y falsas ideas acerca del Señor, debemos estar preparados para responder correctamente con la ayuda de la única fuente confiable que podemos usar: la Biblia.

Después de preguntarle a sus discípulos lo que otras personas creían de Él, Jesús también les hizo la siguiente pregunta: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mt 16.15). A lo que Simón Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (v. 16). Pedro no llegó a esa conclusión por sí mismo, sino que fue el Padre celestial quien se lo reveló, así como también nos mostrará a nosotros lo que debemos responder acerca de este tema (v. 17).

¿Por qué debemos entender quién es Jesús?

Para creer en Cristo es necesario saber quién es Él. Y una vez que ya le hemos recibido como nuestro Salvador personal, conocerle tiene las siguientes consecuencias:

  • Moldea nuestro carácter. Cada día somos transformados más a la imagen de Cristo.
  • Impacta nuestras creencias. Jesús obra en nuestra mente para darnos la seguridad que necesitamos y para cambiar nuestras perspectivas, convicciones y juicios, de acuerdo a la suya.
  • Influye en nuestro estilo de vida. De acuerdo a 2 Corintios 5.17: “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron”. Nuestro antiguo estilo de vida no va de acuerdo con la nueva identidad que hemos recibido en Cristo. Nuestra vida debe reflejar la justicia divina.
  • Determina nuestro destino eterno. Esta es la razón principal por la que debemos conocer a Jesús. Nuestro destino eterno está determinado por la relación que tenemos con nuestro Salvador.

¿Cómo usted describiría a Jesús?

• Sus comienzos. El nacimiento de Jesús fue profetizado setecientos años antes de ser concebido por el Espíritu Santo y de nacer de una virgen en Belén. Pero Jesús existía desde mucho antes de su nacimiento. Cuando Dios dice “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Gn 1.26), se refiere a la obra de la Trinidad en la creación. El ser humano fue hecho a la imagen de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Ciertamente, los comienzos de Cristo lo hacen ser completamente diferente de todas las personas que han nacido en este mundo.

 Sus nombres. Jesús es llamado por diferentes nombres en la Biblia. Como, por ejemplo, Rey de reyes, Señor de señores, Príncipe de paz, Salvador, Emmanuel, Maravilloso Consejero, Dios Fuerte, entre otros. Como todos sus nombres nos ayudan a conocerle mejor, no debemos dejar de estudiarlos, pues nos revelan más acerca de su persona.

• Sus atributos.

  • Él es la deidad. El Hijo de Dios vino a este mundo en forma humana, pero nunca dejó de ser Dios. Aunque limitó el uso de sus atributos divinos, siguió siendo omnipotente, omnisciente y omnipresente.
  • Él fue humano. Aunque siguió siendo Dios, Jesús también era un hombre sin pecado alguno. El Señor vino a revelarnos al Padre y a morir por nuestros pecados en la cruz.
  • Él fue un hombre de amor. Nos enseñó acerca del amor, pero mucho más importante, lo demostró por medio de su vida y con su muerte.

¿De qué manera Jesús se describió a Sí mismo?

  • Él es el Buen Pastor (Jn 10.11). Jesús nos ama y nos dirige como Pastor, mientras provee para nuestras necesidades y nos protege del peligro.
  • Él es el Pan de Vida (Jn 6.35). Jesús nos alimenta espiritualmente para que podamos crecer y ser más semejantes a Él.
  • Él es la Vid (Jn 15.5). Nosotros somos las ramas y Jesús es la vid. Así como la savia llega a las ramas por medio de la vid, la vida de Cristo llega a nosotros por medio de su Espíritu que mora en nuestro corazón.
  • Él es el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14.6). La única manera en la que podemos recibir vida eterna es creyendo en Jesús.

Jesús llevó una vida extraordinaria

Aunque nunca escribió un libro, Jesús es el tema central de la Biblia. Nunca compuso una canción, pero muchas se han escrito para alabarle. El Señor nunca edificó una casa, pero ha prometido prepararnos un lugar en el cielo. Sanó a multitudes, aunque nunca estudió medicina. Y aunque nunca viajó más allá de 200 kilómetros de su hogar, ha impactado a todo el mundo. Jesús no fue un soldado, pero su verdad ha derrumbado imperios.

La vida de Cristo fue una demostración de amor, compasión y misericordia. Nunca estuvo demasiado ocupado como para no ayudar a los necesitados. Amó y recibió a niños, aunque otros los rechazaron. Incluso mientras se dirigía a Jerusalén, poco antes de morir en la cruz, se detuvo para sanar a un ciego que le pidió ayuda (Mr 10.46-52). Aunque la multitud le dijo al ciego que se callara, Jesús lo escuchó y lo atendió. Y de igual manera el Señor nos escucha cuando clamamos a Él en oración.

No hay nadie como Jesús. Herodes no le pudo matar. Satanás no pudo hacerlo caer en tentación. La muerte no pudo destruirlo, ni la tumba pudo retenerlo. ¿Por qué entonces no lo proclamamos ante el mundo? Mientras más lo critiquen, más debe fortalecerse nuestra comunión con Él y más deseosos debemos estar de contarle a otros acerca del Señor. Después de todo, solo en su nombre las personas pueden ser salvas (Hch 4.12).

¿Cuál fue la misión de Jesús?

El Hijo de Dios vino al mundo por diversas razones.

  • Para revelar al Padre.
  • Para morir en la cruz y dar su vida como pago por nuestros pecados.
  • Para resucitar. Servimos a un Dios vivo, no a uno sepultado en una tumba.
  • Para enseñar la verdad, edificar su Iglesia y darnos la seguridad de la vida eterna.
  • Para interceder por nosotros ante el Padre celestial.

¿Cómo debemos responder a Jesús?

  • Debemos confiar en Él para nuestra salvación.
  • Debemos someternos a Él como Señor.
  • Debemos servirle fielmente.
  • Debemos compartirlo con otros.

REFLEXIÓN

  • ¿Cuánta confianza siente usted al compartir su fe?
  • ¿Cuán seguro se siente de lo que conoce de Jesús y de la habilidad que tiene para explicar quién es Él?
  • ¿De qué manera ha aumentado su conocimiento de Cristo desde el día en que le recibió como Salvador personal?
Dr.  Charles Stanley


Si aún no has recibido a Jesús como tu Señor y Salvador personal, lee y medita esta Oración de fe:
"Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la cruz para pagar por mis pecados. Te pido perdón por mis pecados y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por darme el regalo de vida eterna. Deseo cambiar y vivir una nueva vida contigo como mi Señor y Salvador. Escribe mi nombre en el libro de la vida y prometo serte fiel y justo. Gracias Jesús. Amén."
Si hiciste esta oración con fe. Felicidades! haz recibido a Jesucristo como tu único salvador , recuerda que si lo pediste de corazón Dios hará cambios en tu vida. Dios obra en nuestras vidas Gloria a Él!

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