No Descuidemos Nuestro Aceite...
Mateo 25:1-13 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 6 Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 9 Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. 10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
Esta parábola tan conocida de las diez vírgenes su contexto principal viene desde el capítulo anterior en el cual Jesús estaba hablando sobre las señales de su regreso y las señales del fin del siglo, y esta parábola nos muestra claramente que para poder recibir al esposo, es decir nuestro Señor Jesucristo, es necesario estar preparados. Pero también de esta parábola podemos tomar una enseñanza muy importante para nuestra vida cristiana: ES UNA INSENSATEZ DESCUIDAR NUESTRO ACEITE.
En la palabra de Dios el aceite de oliva es un símbolo del Espíritu Santo, por eso se utilizaba para ungir a los sacerdotes y a los reyes, ya que representaba la presencia del Espíritu Santo de Dios sobre sus vidas (1 Samuel 16:13) Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Rama.
En el Nuevo Testamento se nos hace un llamado a no descuidar el don de Dios en nuestra vida:
1 TIMOTEO 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
2 TIMOTEO 1:6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
¿Pero cuál es ese DON? Se refiere a El Espíritu Santo (Hechos 2:38) Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. (Hechos 10:45) Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Como cristianos no tenemos que descuidar nuestra comunión con el Espíritu Santo, tenemos que escudriñar la palabra de Dios, tenemos que orar constantemente, tenemos que escuchar la predicación de su palabra, tenemos que dejar ser guiados por él .
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE QUE NO DESCUIDEMOS NUESTRO ACEITE? Como lo dijimos anteriormente el aceite de oliva es un símbolo del Espíritu Santo, y ese aceite en los tiempos Bíblicos tenía mucha importancia por todos los usos que se le daba, veamos algunos de estos usos tan importantes del aceite y apliquémoslo a nuestra vida cristiana para que podamos comprender la IMPORTANCIA DE NO DESCUIDAR NUESTRO ACEITE, de no descuidar nuestra relación con El Espíritu Santo en nuestra vida.
I) EL ACEITE SE USABA PARA ALUMBRAR (ÉXODO 27:20A) Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, PARA EL ALUMBRADO, para hacer arder continuamente las lámparas.
Las lámparas del tabernáculo alumbraban por medio de aceite de olivas machacadas, del cual los levitas no se podían descuidar pues las lámparas tenían que iluminar continuamente, no podían dejar que se apagaran.
La palabra de Dios nos dice que no debemos contristar al Espíritu Santo (Efesios 4:30) Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Pues cuando descuidamos nuestro aceite, cuando descuidamos nuestra relación con el Espíritu Santo, su luz en nuestra vida disminuye, y dejamos de ver nuestros errores, dejamos de reconocer nuestros pecados, no reconocemos que el camino que estamos llevando es el camino equivocado, no vemos las consecuencias que podemos sufrir por nuestros malos camino y nuestras malas decisiones.
II) EL ACEITE SE USABA COMO COMBUSTIBLE PARA ENCENDER EL FUEGO (ÉXODO 27:20B) Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para HACER ARDER continuamente las lámparas.
La palabra ARDER tiene varios significados muy interesantes: Una cosa que está encendida o quemándose y algo que está muy caliente y que produce mucho calor.
Esto significa que las lámparas que se encendían con el aceite de oliva no solamente alumbraban el tabernáculo sino que también producían CALOR.
Nosotros como cristianos no debemos descuidar nuestro aceite, es decir, nuestra comunión con el Espíritu Santo, para que no nos enfriemos espiritualmente (Apocalipsis 3:15-16) Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
III) EL ACEITE SE USABA PARA TRAER SANIDAD A LAS HERIDAS (Isaías 1:6) Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
En los tiempos Bíblicos el aceite de oliva tiene muchos usos, y uno de ellos que era muy importante era como un tratamiento para las heridas, en la hinchazón de la piel, etc. Se aplicaba como un suavizante, como cicatrizante, y como un limpiador para evitar que la herida se infectara.
Nuestro Dios trae sanidad a nuestra vida, a las heridas de nuestro corazón (Jeremías 30:17) Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda. y lo hace por medio del Espíritu Santo en nuestra vida.
Cuando descuidamos nuestro aceite, cuando descuidamos nuestra relación con el Señor, las pequeñas heridas se convierten en resentimiento, se infectan de amargura y se transforman en rencor y odio.
CONCLUSIÓN:
No debemos descuidar nuestro aceite, porque nuestra falta de comunión con Dios se refleja en nuestra vida (Salmos 104:15) Y el vino que alegra el corazón del hombre, EL ACEITE QUE HACE BRILLAR EL ROSTRO, Y el pan que sustenta la vida del hombre Se refleja en nuestra mundanalidad, en nuestras contiendas con nuestro prójimo y en nuestro corazón soberbio.
(Ps. Oscar Flores)
Comentarios
Publicar un comentario