Recuperar nuestra Felicidad...
Texto: Juan 16:20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.
Verdaderamente hay muchas personas en el mundo para las cuales los llantos y los lamentos es algo normal de todos los días, pero tenemos que reconocer que no es algo normal vivir llenos de tristeza si somos hijos de Dios, pues el gozo del Señor tiene que estar en nuestros corazones.
En el texto que hemos leído nos dice que nuestra tristeza se convertirá en gozo, es decir en esa felicidad del corazón que no depende de las circunstancias sino del Señor. Si en nuestra vida hemos perdido la felicidad veamos por medio de la palabra de Dios CUATRO CLAVES PARA RECUPERAR NUESTRA FELICIDAD:
I) PRIMERA CLAVE: ACERCAR NUEVAMENTE NUESTRA VIDA AL SEÑOR (Salmos 16:11) Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. En la presencia de Dios está la plenitud de gozo que nuestra vida necesita, puede ser que en las amistades, en el trabajo, en los negocios, en la diversión podamos encontrar momentos de alegría, o algunas épocas de felicidad, pero todo eso es transitorio, todo eso es pasajero, solamente en la presencia de Dios, cuando nuestra vida está en comunión con el Señor podemos tener la plenitud, es decir, la totalidad del gozo y la felicidad que nuestra vida necesita.
II) SEGUNDA CLAVE: PROCUREMOS HACER FELIZ A ALGUIEN MÁS ( Hechos 20:35) En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. La palabra BIENAVENTURADO significa dichoso y feliz, es decir que podemos ser verdaderamente felices cuando nuestra vida no está enfocada en nosotros mismos, sino también en nuestros prójimos. Podemos ser felices cuando no solamente nos dedicamos a esperar lo que podemos recibir, lo que nos pueden dar, lo que pueden hacer por nosotros, sino cuando damos, cuando compartimos, cuando dejamos el egoísmo y cuando se vuelve importante para nosotros hacer también felices a otros.
III) TERCERA CLAVE: TENGAMOS UN CORAZÓN AGRADECIDO (1 Tesalonicenses 5:18) Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. Verdaderamente una de las causas principales de la tristeza en el corazón de muchos cristianos es su falta de agradecimiento, sus constantes quejas y murmuraciones por lo que no tienen, por lo que no han recibido, pero no agradecen todas las bendiciones del Señor en sus vidas. El texto nos muestra que ser agradecidos es la voluntad de Dios para nosotros, por lo tanto tenemos que comprender que eso es lo que verdaderamente el Señor está esperando de nosotros.
IV) CUARTA CLAVE: PERDONEMOS A LOS QUE NOS HAN OFENDIDO (SALMO 32:3-5) Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día.4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. 5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Uno de los pecados ocultos que más afecta nuestro corazón y nos roba la felicidad es la falta de perdón, es decir, guardar resentimiento y rencor en contra de nuestros prójimos. Mientras callamos y no confesamos nuestro pecado delante del Señor en nuestro interior se va secando la felicidad de nuestra vida. No solamente tenemos que perdonar a los que nos han ofendido sino que también tenemos que arrepentirnos de corazón delante del Señor por nuestra falta de perdón, para que la felicidad pueda volver a nuestro corazón.
(Ps. Oscar Flores).
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