Cómo Rendirte a la Voluntad de Dios cuando estás Sufriendo...

 

“Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”. Marcos 14:36 (NVI).

Tener la mente de Cristo significa que quieres hacer la voluntad de Dios, incluso cuando duele, incluso cuando es difícil, incluso cuando parece imposible. Jesús nos dio el máximo ejemplo de esto la noche antes de ir a la cruz.

En el jardín del Getsemaní, Jesús estaba en agonía sabiendo el dolor que iba a enfrentar el día siguiente —no solo el dolor físico sino el dolor emocional y espiritual de estar separado de su Padre mientras el llevaba la vergüenza y peso de nuestro pecado.

Incluso entonces, Jesús oró, “Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú” Marcos 14:36 (NVI). En Getsemaní, Jesús dijo que Él quería hacer la voluntad de Dios, no la suya, incluso si era dolorosa.

Cuando estás en dolor, haz la oración del jardín del Getsemaní. Hay tres partes en ella. La primera parte es fe. Jesús creyó que Dios tenía el poder de cambiar su situación. También puedes hacer esta oración. Cualquier tipo de situación que estés pasando justo ahora, puedes comenzar orando con fe, “Dios, Yo sé que tienes el poder de cambiar esto”.

Entonces pídele a Dios su ayuda. Es apropiado decir, “Dios, te pido que me ayudes. Estoy en mucho dolor justo ahora, y necesito alivio. Te pido un milagro. Yo sé que tienes el poder de cambiar mi situación, y te pido que lo hagas”.

La tercera parte de la oración del Getsemaní es rendirse, y es la clave para aprender a tener la mente de Cristo. Ora como lo hizo Jesús: “Señor, aunque te estoy pidiendo que quites de mí este dolor, me rindo a ti, por encima de cualquier otra cosa, incluso más que el alivio, busco tu voluntad no la mía”.

¿Estás listo para decir eso a Dios en tu hora de mayor necesidad? Cuando lo haces, muestras madurez espiritual y plena confianza que Dios continuará proveyendo para ti y usando cada problema para bien.

Reflexiona sobre esto:

Si supieras que mañana vas a enfrentar tu mayor prueba en la vida, ¿Qué oración harías hoy?
¿Crees que Dios tiene el poder de cambiar tu peor situación? ¿Cómo reflejan tus oraciones lo que crees?
¿De qué otras formas Jesús nos demostró como rendirnos a Dios?

(Ps. Rick Warren).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Fruto del Espíritu Santo...

Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios

Para Abrir Camino y Avanzar en tu vida, Mantén tu enfoque en Dios...