Una Atmósfera para Salvación...
Hay varias cosas por las que tú debes orar, o cosas que debes hacer para crear el ambiente propicio para que tu familia pueda ser influenciada para recibir al Señor como Salvador: Nada como la exposición de tus familiares a la Palabra. Muchas veces, no nos damos cuenta cómo fallamos nosotros en no aprovechar la tecnología para exponer a nuestros familiares a la palabra de Dios. Adquiere series de mensajes en audios, por ejemplo. Nosotros tenemos todas estas prédicas en YouTube, además, de manera gratuita. Tú no sabes qué palabra pueda hacer que tu familiar entienda y reciba algo de parte de Dios, y eso disponga su espíritu para recibir la salvación.
“16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16-17 La inversión de tiempo. Tu familia requiere tiempo. Aunque tus familiares no deben gobernar tu tiempo ni tú debes ser manipulado entre lo que es el tiempo de Dios y el tiempo de tu familia, la verdad es que toda relación requiere tiempo. A veces, pasar tiempo con tu familia puede ser complicado, pero es necesario. Si tú quieres que, en algún momento, haya apertura en tus familiares para recibir de parte del Señor, tiene que haber inversión de tiempo.
“10 No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.” Proverbios 27:10
Tiene que haber esa inversión de tiempo en tus relaciones. La inversión de tus habilidades y tus talentos en pro de tu familia, aunque no sirvan al Señor. Tú tienes que poner a disposición de ellos, aquello que Dios ha puesto en tus manos. Esto puede abrir la puerta, el camino, la oportunidad para que ellos puedan experimentar la gracia o el don de Dios que hay dentro de ti. La palabra habla acerca de la multiforme gracia de Dios. Cada uno de nosotros tiene una gracia dada por Dios a nuestras vidas, y tú puedes sacarle provecho.
“7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.” 1 Corintios 12:7
Este verso nos habla de provecho personal, pero cuando vemos el capítulo completo, la Escritura nos habla acerca del provecho de la iglesia, de los que están al lado tuyo. Así que, si hay algo que tú pudieras emplear para provecho de tu familia, en lo que seas bueno, utiliza esos dones a favor de ellos. No te dejes manipular ni obligar a hacer nada que no tengas que hacer, pero utiliza tus talentos, tus habilidades porque esto te ayuda a abrir puertas, posibilidades. Tu generosidad. Una de las cosas que cambia un ambiente negativo es el regalo perfecto en el momento perfecto; tu generosidad. Tú no debes esperar a que tu familia esté en necesidad para que te tengan que pedir. Peor aún, no puedes malacostumbrarlos a que siempre que estén en necesidad tú les vas a responder. Muchos asuntos se eliminarían de tu vida, si fueras generoso de primera intención. El problema es que la gente espera a que pase algo para entonces sentir que tienen que hacer algo. Pero la verdad es que, si fueras proactivo, te evitarías ciertas situaciones. No esperes, por ejemplo, a que tu cónyuge esté molesto para, entonces, darle algún detalle; hazlo cuando todo esté bien. Tu generosidad es una expresión de amor que abre la puerta para que la gente experimente a Dios. Cuando tú amas a alguien, inviertes en esa persona.
“8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” 1 Timoteo 5:8
Pablo dice: Cuando tú vayas a ser generoso, selo primero con tu familia, luego con la familia de la fe, y luego con todo el que tú puedas. Algunos prefieren darle un dólar a un deambulante, antes que a un familiar o a la iglesia; porque te hace sentir bien, dárselo al deambulante; pero ese no es el orden correcto. Si tú no has ayudado a los tuyos primero ni a los de la familia de la fe, no tienes ningún derecho de ayudar afuera. No hay nada malo en ayudar a misiones de otros países, pero si tú no ayudas a tu país primero, de nada vale que tú mandes dinero a otro país. Y si no ayudas primero a los de la casa, peor aún. Hay que seguir el orden correcto. Tu generosidad tiene que estar en orden. Eso es lo que dice la palabra del Señor. Lo que pasa es que eso no es lo que te enseñan afuera. Entonces, queremos ganarnos el mundo, sin ganarnos a nuestra familia. Tu generosidad es importante. El poder de los milagros o de lo sobrenatural. Tú tienes que recibir y aceptar que hay un mundo sobrenatural, espiritual; y si algo impacta la vida de un familiar en un momento dado, es que vean un milagro en tu vida, o el ellos mismos experimentar un milagro de parte del Señor. Para esto, tienes que orar. Cuando tú sabes que un familiar está en dificultades, sé valiente en demostrar con tu oración, tu fe. Créele a Dios, pídele que haga un milagro. No tengas miedo en testificar los milagros que has recibido, lo que has experimentado en cada área de tu vida. Celebra cada vez que recibas un milagro, compárteselo a tu familia. Si algo puede abrir la puerta para que tu familia crea, es experimentar el poder milagroso de Dios.
“39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. 40 Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. 41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. 42 Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente.” Marcos 5:39-42
Fueron impactados. Toda aquella casa tuvo que reconocer el milagro que había ocurrido. Para que ocurra un milagro, se requiere fe. Tienes que creer, orar, pedirle al Señor por esa manifestación en tu familia.
(Ps. Otoniel Font).
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