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¿Qué harás hoy que requiera Fe?

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  “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”. Gálatas 6:9 (NVI) El fracaso nunca es definitivo. Nunca eres un fracaso hasta que te rindes, ¡y siempre es demasiado pronto para rendirse! No se determina la grandeza de una persona por su talento, su riqueza o su educación. Se determina la grandeza de una persona por lo que se necesita para desanimarla. Entonces, ¿qué se necesita para desanimarte de perseguir tu sueño? Puede ser tan simple como que un amigo o familiar te diga: “No creo que sea una buena idea”. La Biblia dice en Gálatas 6:9: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos” (NVI). ¿Quieres saber cuántas veces quise renunciar a la Iglesia Saddleback? Cada lunes por la mañana pensaba: “Dios, seguramente alguien podría haber hecho un mejor trabajo que el que hice ayer. Esto es demasiado grande para una sola persona”. Y es como si Dios dijera: “Sigue adelante”. Pue

Da el siguiente paso de Fe...

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  “—Puedes irte —dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Al instante recobró la vista y comenzó a seguir a Jesús por el camino”. Marcos 10:52 (NVI) No sé cuál es el siguiente paso que debes dar, pero sí sé que debes hacerlo. Tu próximo paso puede ser aceptar a Jesucristo en tu vida o bautizarte. Tal vez necesites unirte a una iglesia, mostrar más gratitud, ir a un viaje misionero, ser generoso con alguien que lo necesite, tomarte un tiempo para descansar o elegir confiar en Dios en lugar de confiar en ti mismo. No sé cuál es tu próximo paso, pero sí sé esto: tienes uno. Dios nunca terminará de llevarte más profundamente en la fe. Siempre hay un próximo paso. Si no das el siguiente paso, te quedarás estancado en una rutina. Y la única diferencia entre una tumba y una rutina es la longitud. Si no avanzas con fe, tu corazón se enfriará y te distanciarás más de Dios. Él no te ayudará con los pasos dos, tres, cuatro o cinco hasta que des el primer paso. Si le estás pidiendo a Dios que te ayude con

Deja que la Fe, no el Temor, Gobierne tu corazón...

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  “Muchos lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más fuerte: —¡Hijo de David, ten compasión de mí!”. Marcos 10:48 (NVI) Si vas a comenzar de nuevo con fe en tu vida, necesitas enfrentar tus temores. ¡No dejes que te controlen! El temor tiene una capacidad increíble para paralizar nuestro potencial, para evitar que nos lancemos y tengamos fe en nuestras vidas. Cuando elegimos el temor en lugar de la fe, nos vuelve escépticos, tenemos temor de intentar algo nuevo. Nos vuelve egoístas, tenemos temor de comprometernos con Dios y con los demás. Nos vuelve miopes, nos enfocamos en el pasado y no en el futuro. Un hombre llamado Bartimeo enfrentó un temor que a muchos de nosotros nos resulta familiar: el temor al rechazo. Era ciego y quería ser sanado. Él sabía que gritarle a Jesús por encima de la multitud no era lo correcto. Sabía que la gente lo menospreciaría por eso, pero estaba desesperado. Y sabía que Jesucristo era el único que podía ayudarlo. Así que llamó la

No pospongas tu Nuevo comienzo...

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  “Jesús le dijo: —El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios”. Lucas 9:62 (NTV) En Marcos 10, una gran multitud seguía a Jesús cuando salía de Jericó. Un hombre llamado Bartimeo era ciego y mendigaba al costado del camino. Cuando Bartimeo escuchó que Jesús estaba cerca, comenzó a gritar: “—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!” Marcos 10:47 (NVI). Cuando Bartimeo se levantó esa mañana, no tenía idea de que Jesucristo iba a pasar junto a él ese día. Pensó que era solo otro día común y corriente: el mismo lugar, el mismo grito de ayuda, la misma situación. Pero de repente Jesús estaba allí. Bartimeo no tuvo tiempo para prepararse o pensar en su respuesta. Fue solo una oportunidad que cayó en su regazo. Y eligió aprovechar el momento. Decidió no demorarse ni posponerlo. Él lo iba a hacer, ahora. Esa es también la primera clave para un nuevo comienzo en tu vida: lo que sea que vayas a hacer, hazlo ahora. No digas: “El año que viene voy a empe

Un poco de Fe es todo lo que Necesitas...

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  “—Por la poca fe que tienen —respondió—. Les aseguro que si tuvieran fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá” y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible”. Mateo 17:20 (NVI) Aquí hay una verdad sorprendente: se puede tener fe y dudar al mismo tiempo. En Marcos 9, un hombre llevó a su hijo enfermo a Jesús. Jesús le dijo que podía sanar al niño, si el padre creía. “Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!” Marcos 9:24 (NTV). Se puede tener fe en Dios y, al mismo tiempo, estar nervioso, o incluso aterrorizado, por algo que Él quiere que hagas. El coraje no es la ausencia de temor. El coraje es cuando sigues adelante y haces algo a pesar de tu temor. Este hombre estaba lleno de fe y duda. Fue a Jesús con sus dudas sinceras, y Jesús hizo un milagro. No necesitas mucha fe para ser un gran cristiano, porque no es el tamaño de tu fe lo que hace la diferencia. Lo que importa es dón

La Duda es enemiga de la Imaginación...

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  “Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla. Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. Esas personas no deberían esperar nada del Señor”. Santiago 1:5-7 (NTV). La duda es enemiga de la imaginación. Cuando eras niño, tenías una gran imaginación. Pero cuanto más mayor te haces, más se oxida tu imaginación. Dejas de imaginar cómo podrían ser las cosas y simplemente comienzas a vivir como son. Te quedas estancado en el estatus quo. La duda y el temor neutralizan lo que Dios quiere hacer en tu vida. Se necesita valor para imaginar. ¿Sabes por qué la mayoría de las personas no imaginan? Porque tienen temor al fracaso. El valor es hacer lo que más temes. Si no tienes temor, no necesitas valentía. La valentía es cuando estás lleno de temor y dices: “L

El Porqué de tu Oración es más Importante que lo que Pides...

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  “Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones”. Santiago 4:3 (NVI) Dios quiere bendecir tu vida y luego verte bendecir la vida de otras personas con los mismos beneficios que Él te da a ti. De hecho, una condición para que la oración sea respondida es la voluntad de usar las bendiciones de Dios para ayudar a los menos afortunados. Proverbios 21:13 dice: “El que se niega a tenderle la mano al pobre, tampoco recibirá ayuda cuando la necesite” (PDT). Dios está diciendo que, si ignoras a quienes te rodean y que están en evidentes dificultades, no tiene sentido esperar que Él te rescate de tus propias dificultades. Dios quiere que seas como Él, y Dios es amor. Una de las formas en que demuestras que tienes amor es que estás dispuesto a ser generoso con otras personas. El principio de la mayordomía se repite a lo largo de las Escrituras: Dios nos bendice para que seamos una bendición para otras personas. Por ejemplo, puedes pedirle a D