Restaurando Relaciones: Calmar la Ira con la Confesión
“Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo”. Mateo 7:5 (NTV) El cuarto paso bíblico hacia la restauración de las relaciones es confesar tu parte en el conflicto. Si en realidad quieres restaurar una relación, debes comenzar admitiendo tus propios errores o pecados. Jesús lo dijo de esta manera, para dejar las cosas más claras: “Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo” Mateo 7:5 (NTV). Ya que todos tenemos puntos ciegos, puedes necesitar preguntarle a una tercera persona que te ayude a evaluar tus propias acciones, antes de encontrarte con la persona con quien tienes el conflicto. También, pídele a Dios que te muestre, cuanto del problema es tu culpa. Pregúntale, “¿Soy yo el problema? ¿Estoy siendo poco realista, insensible o demasiado sensible?”. La Biblia dice, “Si decimos que no pecamos, nos engañamos a nosotros mismos