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Mostrando las entradas de junio, 2022

La Humildad de la Oración...

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  Lea: Daniel 9:1-23 Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos actuado impíamente, hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Daniel 9:5-6 La oración de Daniel comienza con una confesión de pecado. Pero la cosa extraordinaria es que este hombre, de acuerdo a su crónica, no tiene ningún pecado cargado en su contra. Ni una sola vez en las Escrituras se nos dice que Daniel hiciera cosa alguna que estuviera mal. Ahora, estoy seguro que hizo cosas malas. Ciertamente, el pecado debió de aparecer en su vida, porque las Escrituras nos dicen que ningún hombre es sin pecado, pero la crónica no nos da ningún relato sobre ello. Pero en formas específicas Daniel confiesa su propio pecado y el pecado de su pueblo. Dice: “Hemos pecado; hemos cometido iniquidad; nos hemos apartado de tus mandamient

Orando en el verdadero templo...

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Lea: 2 Crónicas 6:12-40 Se puso luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos. 2 Crónicas 6:12 2ª de Crónicas 6:12-40 graba la gran oración de Salomón en la dedicación del templo en Jerusalén. Esta es una oración singular del Antiguo Testamento. Es, quizás, el único pasaje en el Antiguo Testamento que es un informe de una oración formal expresada en una gran ocasión de estado. La nación completa ―o por lo menos una gran porción de ella― se había reunido en los pórticos del templo, para dedicar el nuevo edificio que Salomón había construido de acuerdo a los planes que su padre David había dibujado. La cosa más cercana que tendríamos a esta escena en América hoy sería la inauguración de un presidente. Como en nuestra inauguración, en esta ocasión se había construido una plataforma especial para el rey en el gran patio del templo, enfrente del altar de bronce, donde los sacrificios de pecado eran ofrecidos. En esa plataform

La Oración y la Paz...

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Lea: 1 Samuel 1:1-2:11 Ella [Ana], con amargura de alma, oró a Jehová y lloró desconsoladamente. E hizo voto diciendo: «¡Jehová de los ejércitos!, si te dignas mirar a la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja por su cabeza». 1 Samuel 1:10-11 A primera vista, parecería que este es un tipo de oración de regateo de Ana, que se está ofreciendo a devolverle el niño al Señor sólo si el Señor se lo da a ella primero, para que ella lo pueda disfrutar. Es posible leer este relato de esa forma, pero si nos fijamos de cerca, podemos ver lo que realmente está ocurriendo aquí, ya que estoy seguro que esta no es la primera vez que Ana ha orado en Silo por un hijo. Todo el tiempo había soñado tener un hijo propio, un niño pequeño al que querer y con el que acurrucarse, para enseñarle a andar, para leerle cuentos, para verle crecer hasta convertirse en un homb

La utilidad de la Oración...

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Lea: 1 Crónicas 4:9-10 Invocó Jabes al Dios de Israel diciendo: «Te ruego que me des tu bendición, que ensanches mi territorio, que tu mano esté conmigo y que me libres del mal, para que no me dañe». Y le otorgó Dios lo que pidió. 1 Crónicas 4:10 A primera vista esto parece una oración egoísta. Suena como el hombre que oró: “Bendíceme a mí y a mi esposa, a mi hijo Juan y a su mujer, nosotros cuatro y nadie más”. Pero Jabes no está realmente siendo egoísta. Estaba orando por algo que Dios quería que tuviera. Esa es la diferencia entre ser personal y ser egoísta. Las oraciones egoístas son oraciones que le piden a Dios cosas que Dios no quiere que tengamos, por lo menos no al momento, las oraciones demandantes que están interesadas tan sólo en nuestro propio bienestar inmediato, para nuestra propia satisfacción. Pero Dios nos promete cosas grandes y poderosas a nosotros personalmente a las que nos podemos aferrar; así que el orar de esta forma no es egoísta, sino personal. Fíjate más de

Una oración pobre pero buena...

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Lea: Números 11:4-34 Moisés, quien dijo a Jehová: —¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia a tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: “Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra que juraste dar a sus padres”? ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque vienen a mí llorando y diciendo: “Danos carne para comer”. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo: es una carga demasiado pesada para mí. Números 11:11-14 Es obvio que esta oración está llena de una gran cantidad de autocompasión, reproche y petulancia. Es la expresión de un hombre que se siente sobrecargado. Moisés casi cae en regañar y reprender a Dios por jamás haberle dado el trabajo de cuidar de esta gente ingrata. Esta es una de las más pobres oraciones en la Biblia, pero es una oración que es muy parecida a las nuestras. Moisés tenía una vida de oración muy rica

Ayuda para nuestra Sanidad...

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La perspectiva bíblica sobre nuestra salud. En lugar de consultar libros o revistas, debemos estudiar lo que nos dice la Biblia acerca de la salud y el bienestar humano. Dios dice que el cuerpo del creyente es templo del Espíritu Santo (1 Co 6.19, 20) afirmando así que nuestro cuerpo no nos pertenece, pues hemos sido comprados por la sangre de Cristo para los usos que Él nos indique. Ahora somos sus representantes en la Tierra y nuestra conducta, carácter y conversación deben reflejar a Cristo en el mundo. Eso debe motivarnos a tener buena salud para que Él nos utilice como instrumentos de su poder sanador en medio de su pueblo. Sin embargo, como no siempre podemos evitar la enfermedad, debemos entender exactamente lo que la Biblia nos dice que hagamos cuando necesitemos estar sanos o asistir a otros en sus momentos de adversidad y dolor físico. Debemos entender la enseñanza bíblica básica sobre la sanidad. En Santiago 5.13-20 el Señor nos da la norma que debemos seguir. En el primer s

El Ancla de la Oración...

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Lea: Génesis 18:22-33 Se acercó Abraham y le dijo: —¿Destruirás también al justo con el impío? Génesis 18:23 Abraham ha sido informado que la hora de juicio ha llegado para Sodoma. Está paralizado por esto, pero es muy importante para nosotros ver lo que realmente le está molestando. Si preguntas: “¿Está Abraham realmente intentando salvar estas ciudades?”, la contestación ha de ser: “No, esa no es realmente su preocupación”. Abraham sabe que la hora del juicio de Dios ha llegado, que ha habido una larga historia de paciencia hasta este punto. Sabe que es sólo la injusticia que será juzgada al final, así que no está intentando salvar las ciudades. Expresa su preocupación en estas palabras: “¿Destruirás también al justo con el impío? ¿Vas a tratar a los justos en la misma forma en la que tratas a los impíos?”. Eso es lo que le estaba preocupando. El corazón de Abraham está lleno de temor. Teme que va a encontrar que Dios no es exactamente lo que pensaba que era. Quizás entendió que la g

El comienzo de la Oración ...

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Lea: Génesis 3:8-13 Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó: —¿Dónde estás? Génesis 3:8-9 Este es el comienzo de la oración. Se sugiere aquí que esto era una cosa habitual en las vidas de Adán y Eva. Es bastante notable que la primera oración está grabada sólo después de la caída. Sin embargo, el relato sugiere muy simplemente que la oración había sido una delicia continua y una bendición a Adán y Eva, y parte de su experiencia diaria. Esto parece ser una acción habitual por parte de Dios. Él viene al huerto en el fresco del día a conversar con los dos que habían venido de Su mano creadora, y juntos andaban en el huerto. Lo más notable sobre este incidente es que la iniciativa para comenzar la oración comienza con Dios. Es el Señor el que viene al huerto. Es el Señor el que llama al hombre. La oració

La Oración por la Unidad...

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Lea Juan 17:20-26 Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Juan 17:23 Fíjate en la estrategia por la cual Dios piensa conseguir Su objetivo de alcanzar al mundo: “para que sean perfectos en unidad”. Hay aquellos que nos dicen que esta oración de Jesús en cuanto a la iglesia debe empezar a ser contestada ahora, después de veintiún siglos de haber permanecido insatisfecha, que ahora debemos olvidar todas las diferencias y distinciones que nos han separado en varias denominaciones y grupos sectarios a lo largo de los siglos y unirnos en una gran organización o unión. Pero primero debemos preguntarnos: “¿Está realmente esta oración insatisfecha hoy en día?”. ¿Es posible que hayan pasado veintiún siglos antes de que el Padre comenzara a cumplir esta última petición de Jesús? No, esta oración ha sido contestada desde el día de Pentecostés. Esta estrategia no está diseña

¿Qué Causa La Confusión? ¿Estás confundido?

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¿Está sucediendo algo en tu vida en este momento que no entiendes? Quizás sea tu pasado y simplemente no entiendes por qué tu vida tenía que ser como era. Puede que estés diciendo: “¿Por qué yo, Dios? ¿Por qué no podrían haber sido las cosas de una manera u otra manera? ¿Por qué tuvieron que salir las cosas así? ¡Simplemente no lo entiendo!" Comencé a darme cuenta de que una gran cantidad de personas sufren tremendamente de confusión. Por mi parte yo lo he experimentado en el pasado y supe como la confusión atormentaba a las personas, y comencé a reflexionar sobre por qué la gente se confunde y qué pueden hacer para prevenirlo. Una noche, tuve una conferencia en Kansas City y asistieron aproximadamente 300 personas. Me sentí impulsada a preguntar cuántas de ellas se sentían confundidas en ese momento por algún tema en sus vidas. Para mi asombro, solo vi a dos personas que no levantaron la mano, y una de ellas era mi esposo. Si vi correctamente, eso significa que 298 de cada 300 pe

En Mi Nombre...

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Lea: Juan 14:12-17 Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré. Juan 14:13-14 Lo que sea, cualquier cosa, lo haré. Sentimos enseguida que esto es demasiado amplio. Si tomamos esto como absolutamente ilimitado, una especie de lámpara maravillosa de Aladino que podemos frotar y pedir cualquier cosa posible en el mundo, ciertamente nos hemos perdido el punto de este pasaje. Es demasiado amplio para tomarlo sin reserva. Sentimos también que es demasiado contradictorio si se toma sin límite. Podemos ver problemas presentándose. ¿Qué ocurre si hay un atleta cristiano orando por un día soleado y un granjero cristiano orando por lluvia? ¿Cuál de ellos gana? No, esta promesa no puede ser ilimitada. Hay una condición aquí. Nuestro Señor quiere decir exactamente lo que dice, pero debemos entender lo que dice. Esta es una magnifica promesa de gran ámbito, de tremenda envergadura, pero lo que dice es: “si p

El Cielo Gobierna...

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TEXTO: DANIEL 4:26 Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna. Estas palabras fueron dichas de parte de Dios para un gran rey que fue humillado completamente por causa de su soberbia, su nombre era Nabucodonosor. Pero esa verdad que el Señor le dijo a Nabucodonosor que tenía que reconocer en su vida también es una verdad que cada uno de nosotros debemos reconocer, comprender y creer: EL CIELO GOBIERNA, y eso significa que nuestro Dios como Rey soberano es quien está en control y está gobernando el mundo y también la vida de cada uno de nosotros. Comprender esta preciosa verdad debe producir en el corazón de cada uno de nosotros TRES ACTITUDES muy importantes en la vida cristiana. Y para comprender cuales son esas tres actitudes vamos a tomar la primera letra de cada palabra que forman la frase: El Cielo Gobierna (E.C.G) PODEMOS DECIR ENTONCES QUE CUANDO RECONOCEM

Compartamos las Bendiciones de Dios...

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¿Los creyentes deben ser siempre generosos? En tiempos de crisis económica, nuestra tendencia natural es ser demasiado cuidadosos con nuestros recursos. Nos enfocamos en nuestras necesidades y las de nuestros familiares, pero casi siempre olvidamos a quienes sufren mucho más que nosotros. A veces nos excusamos diciendo que no disponemos de dinero para ayudar a los demás. El Señor Jesucristo habló mucho acerca de la importancia de ayudar a los necesitados e hizo hincapié en que eso era más importante que acumular riquezas. Como creyentes no debemos atesorar lo que el Señor nos ha dado sino ser generosos y estar dispuestos a compartirlo (1 Ti 6.17, 18). El mejor modelo Una de las preguntas claves para todo creyente en Cristo es: ¿Cómo debemos actuar en tiempos de necesidad? Por una parte, tengamos presente que Dios quiere que seamos instrumentos de bendición para los demás y, en particular, para los necesitados. Por otra, recordemos el ejemplo del mismo Cristo no solo al decir a sus disc

Dios puede Restaurar lo que está Seco en nuestra Vida...

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TEXTO: LUCAS 6:6-11 Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha. 7 Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle. 8 Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. 9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal?, ¿salvar la vida, o quitarla? 10 Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada. 11 Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús. En esta historia podemos ver que en la sinagoga había un hombre que tenía seca la mano derecha, aunque no se nos dice él porque su mano se seco algunos conocedores de las enfermedades de aquella época opinan que la enfermedad que sufría e