Halle a Cristo...

  “Seguro estoy de que la bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre”. Salmo 23:6 (NVI). Para Dios, tu ayer, hoy y mañana están todos conectados. Es como si le dijera a cada cristiano: “Tengo esta gran vida planeada para ti. La bondad y la misericordia han estado contigo todo el tiempo y continuarán siguiéndote durante toda tu vida. ¡Pero eso no es todo! ¡Tengo algo maravilloso planeado al final!” David explica cómo Dios conecta el ayer y el hoy con el mañana cuando dice: “En la casa del Señor habitaré para siempre” Salmo 23:6 (NVI). David les está recordando a los creyentes cómo termina todo: ¡Nos vamos al cielo! Con Dios, sigue mejorando y mejorando. Pablo lo dice así: “De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas” 2 Corintios 5:1 (NVI). ¿Cuánto va a durar para siempre? ¡Siempre! Un día tu cuerpo morirá, per

  “Y, si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes”. Romanos 8:11 (NVI). Dios nunca prometió que la vida sería justa. El cielo es donde todo se hace a la manera de Dios; la vida en la Tierra simplemente no funciona así. Vivimos en un planeta imperfecto. Pero lo que sucede en la Tierra no es todo lo que hay en la vida. Pasarás 60, 80 o tal vez 100 años en la Tierra. Pasarás billones de años en la eternidad. Si has puesto tu fe en Jesús, la Biblia dice que pasarás la eternidad con Dios en el cielo. Esa es una de las razones más importantes por las que los cristianos deberían estar gozosos: ¡Dios nos ha dado vida eterna! Y la eternidad será asombrosa. La Biblia promete: “Y, si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará

  “Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Colosenses 3:2 (NVI). Cuando vives a la luz de la eternidad, los problemas no te desaniman tan fácilmente. No te rindes porque sabes que lo que viene es el mejor regalo que te han dado. La Biblia dice en 2 Corintios 4:16-18: “Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno” (NVI). No sé por cual problema estás pasando ahora mismo, pero puedo decirte tres cosas al respecto:Uno, no va a durar. Incluso si dura toda tu vida, todavía no va a durar para siempre. Segundo, ya sea que hayas causado o no el problema por el que estás pasando en este momento, Dios aún lo usará para b

  “El que es fiel en lo poco también lo será en lo mucho; y el que no es honrado en lo poco tampoco lo será en lo mucho. Por eso, si ustedes no han sido fieles en el uso de las riquezas deshonestas, ¿quién les confiará las verdaderas?”. Lucas 16:10-11 (NVI) Si crees que te vas a aburrir en el cielo, piénsalo de nuevo. No vas a sentarte en una nube sin hacer nada en el cielo. Dios te conectó y sabe lo que te interesa. Todos tus pasatiempos, habilidades y talentos provienen de Él. Él te formó con tus dones espirituales, corazón, habilidades, personalidad y experiencias. Dios no te hizo extraordinariamente único solo para la Tierra. Él va a usar tu forma de ser en la eternidad. Tendrás trabajo en el cielo, pero aquí está la diferencia entre el trabajo en el cielo y el trabajo en la Tierra: en el cielo, tienes la garantía de disfrutar tu trabajo. No experimentará ningún dolor de cabeza ni estrés por tu trabajo. Será significativo, agradable y satisfactorio todo el tiempo. ¡Tendrás el traba

  “¡Amen a sus enemigos! Háganles bien. Presten sin esperar nada a cambio. Entonces su recompensa del cielo será grande, y se estarán comportando verdaderamente como hijos del Altísimo”. Lucas 6:35 (NTV) El cielo probablemente ya te suene bastante bien. Pero ¿sabías que habrá recompensas en el cielo? Serás recompensado por todo lo que hiciste en obediencia a Jesús mientras estuviste en esta Tierra. Dios está mirando todo en tu vida. Serás recompensado en el cielo por tus buenas acciones, palabras y pensamientos; por tu carácter y buenas decisiones; y por tu generosidad y sacrificios. Serás recompensado por amar a tus enemigos y por no rendirte cuando era difícil hacer lo correcto. Serás recompensado por llevar a otras personas a Jesucristo. (¿Alguien va a estar en el cielo gracias a ti?) Serás recompensado por soportar las críticas por ser cristiano y por ser perseguido como creyente. Por eso Jesús dijo: “Dios los bendice a ustedes cuando la gente les hace burla y los persigue y miente

  “Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios”. Colosenses 3:1 (NTV). La gente tiene muchos conceptos erróneos acerca de cómo es el cielo. No serás un ángel. No tendrás alas. No vas a ser un pequeño querubín gordito, vestir una túnica blanca o flotar en las nubes. Necesitas una visión correcta del cielo. La Biblia dice en Colosenses 3:1: “Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios” (NTV). Entonces, ¿qué dice la Biblia acerca de estas “realidades del cielo”? El cielo es donde Dios vive y gobierna. La Biblia llama al cielo “la morada de Dios”, “la casa de Dios” y “la ciudad de Dios”. Como describen estas frases, el cielo es donde vive Dios. Pero Jesús también llama al cielo “el Reino de Dios” o “el Reino de los cielos” 31 veces en las Escritu

  “¿Puedes adentrarte en los misterios de Dios o alcanzar la perfección del Todopoderoso? Son más altos que los cielos; ¿qué puedes hacer? Son más profundos que el sepulcro; ¿qué puedes saber? Son más extensos que toda la tierra; ¡son más anchos que todo el mar!”. Job 11:7-9 (NVI) Cuando era pequeño, viajamos a Disneyland para unas vacaciones familiares. En el camino, mi papá me explicó cómo iba a ser. Pero no importa cuánto lo intentara, no había forma de que yo entendiera cuán asombroso era ese lugar hasta que entré al parque por primera vez. ¡Superó con creces todo lo que había imaginado que sería! La Biblia dice en Job 11:7-9, “¿Puedes adentrarte en los misterios de Dios o alcanzar la perfección del Todopoderoso? Son más altos que los cielos; ¿qué puedes hacer? Son más profundos que el sepulcro; ¿qué puedes saber? Son más extensos que toda la tierra; ¡son más anchos que todo el mar!” (NVI). El cielo es un misterio que no comprenderás completamente hasta que llegues allí. Pero la Bi

  “Pues este mundo no es nuestro hogar permanente; esperamos el hogar futuro”. Hebreos 13:14 (NTV) El cielo es el lugar que Dios ha preparado para Su familia. Cuando Dios empezó a pensar en la Tierra, también empezó a pensar en el cielo. ¿Por qué? Porque sabía que no estabas destinado a vivir aquí para siempre. ¡Esto no es todo lo que hay! Eso es algo bueno, porque no quieres vivir en un lugar imperfecto para siempre. Quieres vivir en un lugar perfecto que fue hecho solo para ti, como miembro de la familia de Dios. El plan de Dios para la eternidad es una expresión asombrosa de su amor. La Biblia nos dice que Dios creó todo el universo porque quería una familia que viviera con Él para siempre. No fue porque se sintiera solo —porque Dios está plenamente satisfecho de sí mismo. Quiso expresar su amor creando seres humanos a su imagen, para adoptarnos en su familia y que viviéramos con Él para siempre. Efesios 1:5 dice: “Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al a

“No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien”. Romanos 12:21 (NTV) Cuando te enfrentes al mal, no lo devuelvas. Afróntalo. Esto es lo opuesto a la naturaleza humana y lo que el mundo aprueba. Cuando alguien te lastima, quieres lastimarlo de vuelta, ¿verdad? Cuando alguien te golpea, quieres devolverle el golpe. Cuando alguien te calumnia, quieres calumniar contra ellos. Pero Dios dice que esa no es la forma en que vas a ganar la batalla contra el mal. Romanos 12:21 dice: “No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien” (NTV). Esa es la manera de Dios de ganar la batalla. Jesucristo vino a la Tierra para mostrar que no se destruye el mal tomando represalias; lo destruyes venciéndolo con el bien. La Biblia dice: “El Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo” 1 Juan 3:8b (NTV). Jesús vino a destruir el mal. Vino a borrarlo. El mal va a terminar un día. No va a existir para siempre. Un día Dios va a cerrar los libros. Él va a aj

  “Les he escrito estas cosas a ustedes, que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna”. 1 Juan 5:13 (NTV) Es probable que tengas una imagen que te venga a la mente cuando piensas en cómo debe ser el infierno. Es probable que tu imagen contenga tonos rojos y negros, mucho fuego y tal vez el diablo asomando por encima de todo. El infierno se describe en la Biblia como un lugar de tormento. Mateo 13:42 dice que es un “horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes” (NTV). Esa descripción suena terrible, pero ¿sabes cuál es la peor parte del infierno? El infierno es la separación total de Dios, lo que significa que el infierno es exactamente lo contrario de todo lo que Dios es. La Biblia dice en 1 Juan 4:18a, “En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor” (NVI). Lo opuesto al amor es el temor. Vivir sin amor significa que estás temeroso todo el tiempo, eso es un infierno. Dios es amor, así que no hay amor en el infierno.

  “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Juan 3:16 (NVI) A lo largo de los años, me he encontrado con personas que quieren negar la existencia del mal. Piensan que las personas son básicamente buenas y desinteresadas por naturaleza y que, naturalmente, anteponen las necesidades de los demás a las propias. ¡Siempre me pregunto si esas personas alguna vez han leído las noticias! No tienes que mirar muy lejos para ver que el mundo está lleno de relaciones rotas, promesas rotas y pecado. El mal está a tu alrededor: desde la política mundial hasta los conflictos locales, puedes ver odio, amargura y corrupción. Y porque el pecado y el mal existen, también existe el infierno. Lo que era cierto en los días de Noé sigue siendo cierto hoy: “Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al s

  “Sí, estamos plenamente confiados, y preferiríamos estar fuera de este cuerpo terrenal porque entonces estaríamos en el hogar celestial con el Señor”. 2 Corintios 5:8 (NTV) Puedes elegir dónde vas a pasar la Eternidad. Pero tienes que elegir ahora mientras estás vivo, no después de que estés muerto. ¡No hay vuelta atrás! Dios te da toda una vida para tomar la decisión correcta. Si sigues posponiéndolo, no habrá una segunda oportunidad de hacerlo bien una vez que hayas muerto. No hay una casa a mitad de camino entre el cielo y el infierno. No hay un estado intermedio. No hay limbo. No hay purgatorio. ¿Sabías que la palabra “purgatorio” no está en la Biblia? No es una idea bíblica. Es algo que se creó hace 800 años en la Edad Media. De hecho, los católicos ya ni siquiera lo creen. El Papa Juan Pablo II declaró públicamente que el purgatorio no es un lugar real, y la palabra “purgatorio” ni siquiera está en el catecismo católico de hoy. Cuando Jesús estaba muriendo en la cruz, había un

  “Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!”. Deuteronomio 30:19 (NTV) Las personas preguntan todo el tiempo: “¿Cómo podría un Dios amoroso enviar personas al infierno?” Supongamos que eres adicto a las drogas y vives en la calle. Tu vida se está desmoronando debido a la adicción y no tienes un hogar ni un lugar para comer o bañarte. Entonces alguien viene y te dice: “Déjame ayudarte. Te llevaré a mi casa y te ayudaré a asearte y te daré una nueva muda de ropa y una buena comida. Y puedes vivir en mi casa. Puedes convertirte en parte de mi familia. De hecho, te voy a adoptar. ¡Puedes tomar mi nombre! Voy a pagar todas tus deudas. Incluso puedes tener mi tarjeta de crédito y acceder a todos los recursos de mi familia. No tienes que ganártelo o trabajar para ello. Estoy haciendo esto simplemente porq

  “Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano”. Eclesiastés 3:11a (NTV) El cielo y el infierno son reales. Dios quiere que entiendas esta realidad eterna y todas las realidades de la vida que se encuentran en su Palabra, la Biblia. La primera realidad de la vida es que Dios te hizo para amarte y quiere que aprendas a amarlo a Él. El Gran Mandamiento dice: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” Mateo 22:37 (NVI). La segunda realidad de la vida es esta: fuiste hecho para durar para siempre. Eclesiastés 3:11a dice: “Él sembró la eternidad en el corazón humano” (NTV). No importa cuán buenas sean las cosas en este planeta, en algún momento de tu vida pensarás: “Tiene que haber más que esto”. ¡Y ahí está! Vas a pasar mucho más tiempo del otro lado de la muerte que de este lado. Esta vida es preparación para tu vida en la eternidad. Por eso, tienes la tercera realidad de la vida: Dios ha preparado

  “Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre”. 2 Corintios 4:18 (NTV). Todo lo que ves a tu alrededor es temporal. Es lo que no puedes ver lo que durará para siempre. La verdad es que las realidades espirituales son tan reales como las realidades físicas. Y necesitas enfocarte en las espirituales porque son parte de la realidad. Aquí hay cinco realidades espirituales que necesitas entender: Dios te hizo para amarte. Jeremías 31:3 dice: “Con amor eterno te he amado” (NVI). Dios te creó para amarte, y quiere que aprendas a amarlo de vuelta. Esta es la realidad más importante de la vida. Fuiste hecho para durar para siempre. La Biblia dice: “Dios hizo todo hermoso en su tiempo, luego puso en la mente humana la noción de eternidad, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza