Deja ir y entiende que Dios tiene el Control...
«¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero». Salmo 46:10 (NTV). Todos los días, decide quién va a tener el control de tu vida: tú o Dios. Esa elección es una batalla porque hay cosas en la vida que quieres controlar. Quieres hacer tus propias reglas. Pero el alivio al estrés siempre comienza con dejar que Dios sea Dios. Siempre comienza diciendo: “Dios, te estoy cediendo el control, porque solo tú puedes controlar las cosas que están fuera de control en mi vida”. La razón número uno por la que estás estresado es porque estás tratando de controlar cosas que solo Dios puede controlar. No puedes controlar a tu cónyuge, tus hijos, tu trabajo, tu futuro o tu pasado. Cuando tratas de jugar a ser Dios, te pones en oposición a Dios. No solo perderás ese conflicto, sino que también estarás cansado y estresado. El Salmo 46:10 dice: «¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero» (NTV).