Tú puedes estar de Prisa, pero Dios No...

 

“Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin”. Eclesiastés 3:11 (NVI).

Si quieres bajar el ritmo de tu vida, tienes que aprender a confiar en el tiempo de Dios.

¿Sabes lo que es la impaciencia? Es falta de confianza. Cuando eres impaciente, estás diciendo, “Dios, realmente no confío en ti. No creo que tengas en mente lo mejor para mí. No sabes qué necesito y tengo mucha prisa”. Te preocupas y te apuras y empiezas a correr porque no confías en que Dios lo hará en el momento y de la manera correcta. Luchas y te esfuerzas.

Lo más rápido, ¿es siempre lo mejor? No siempre.

La Biblia dice en Eclesiastés 3:11, “Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin” (NVI).

Dios tiene un plan para tu vida. Probablemente lo sabes. Pero también tiene un calendario para tu vida. Aquí está el problema: Dios nunca explica su calendario. ¿No te molesta eso a veces?

Una de las cosas más dolorosas de la vida es cuando tú tienes prisa y Dios no. Cuando los niños crecen, parte de madurar es tener que aprender la diferencia entre “no” y “todavía no”. Una demora no es una negación. Como seguidor de Jesucristo, tienes que aprender lo mismo con Dios: Una demora no es una negación. Dios conoce el tiempo y el camino correctos. Tiene un plan y un calendario. Y su tiempo es perfecto.

Cuando la Iglesia Saddleback creció durante 15 años sin un edificio, este es el versículo que Dios usó para animarme durante todos esos años: “Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá” Habacuc 2:3 (NVI).

Esa visión que Dios te ha dado que aún no ha sucedido, llegará. Vendrá en el tiempo de Dios. Mientras tanto, confía en Dios y ve más despacio.

Reflexiona sobre esto:

¿Cuál es la visión que Dios te ha dado y que estás esperando a que Él la cumpla?

¿Qué crees que Dios quiere que hagas mientras esperas en Él y en Su tiempo?

(Ps. Rick Warren).